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Mostrando entradas de 2007

Nada...

Subyace el nadismo absoluto, corre por la eclosión nocturna, la lengua del olvido siente el sabor de lo que fue y es amargo...pero urge la lentitud de una estrella enquistada en mi pupila. Una nueva mirada que no sirve para nada porque escribo y vuelvo a reescribir derrumbando escritos solubles...No es este el momento en que el diccionario me dice una definición, porque definir al tiempo es caer en el minuto y sacarse la venda de los ojos...No importa la cartografía, menos las notas que ponen números y descripciones a los discursos propios en voces ajenas, el número de una nota no me define si decido no compartir, ni comunicar lo aprehendido. Echo al rostro de la inmediatez todos los resúmenes y escritos que he realizado para la lección, de nada me sirven cuando ya no quiero decir ni pronunciar lo impronunciable, de nada me sirve la rabia, que se ríe de mi,,,no confabula ideas con mis discretos principios que me dicen que estudie: ¡para qué!, la grandeza se mueve en las manos del parla

Cercanía...

Se erigen los roces, se relamen entre el néctar y las miradas atentas. Los ojos no dejan de observar lo que de la fusión surge. No es un objeto ni un concepto, no es un beso ni una lengua moldeable, es el perfume visual que nos atrapa en un abrazo. Te aferro, me aferro al rato y al espacio. El tiempo se marcha, pero el reloj pasa a pertenercer a los artefactos de la basura. Tus labios esperan, los mios desesperan. Huye la risa y cae una lágrima de emoción, porque los roces nos sacuden el alma, nos erizan los dedos, que caminantes de los espacios llegan finalmente al túnel de tu boca… (Sólo una pequeña fracción de lo que hoy he escrito)

¿Dónde está el deseo?

No hacer nada, ¿es realmente no hacer? Hay una confusión conjunta, una multiplicidad de prejuicios que circundan y que reniegan de ser superados. Se nos pregunta por el hacer frente a una computadora, por el leer un libro material o refregarnos los ojos frente a un libro virtual. Se nos prejuzga por trasladar letra por letra desde el teclado, o dibujar entre cursivas porciones de frases en papeles o fusionar nuestro entendimiento con la "tecnología" del copy-paste. No se, en este momento me atengo al prejuicio del que soy destinataria y prefiero trasladar desde mi mente unas cuantas frases que emulan los momentos vividos en el resplandor de un Notepad, y de allí copiarlo a este blog de sucesivas anécdotas. Ahora es lunes, pero ayer fue domingo y el momento exacto de la escucha de prejuicios fue un sábado. El ocaso erige sus palabras, la legión del pasado pretende comprender a los pequeños centinelas del hoy y sus perpetuas "pérdidas de tiempo" frente al aparato todo

"Lija y terciopelo"

Hace un ratito nomás, me puse a recordar "entre lija y terciopelo". Allá por 1993 me propuse pedirle un autógrafo a "Pato", en el día de mi cumple. Y lo conseguí, después de una mañana tenística y de horas de espera para concretar mi entrada a un sitio frío y hacinado, pero lleno de calor humano y energía. Gracias a ese momento, recuerdo el único instante en que estuve cara a cara con un "famoso" artista. Gracias a Patricia, ese día cumplí con una ilusión. Y gracias a ella también, un día posterior asistí a mi primer recital. Hoy, viéndola en tele presentar su nuevo disco (que según escucho tiene el sentimiento extendido en cada tema), me pregunto qué ocurre con el tiempo, ¿es una caja abandonada o es bien un espíritu que con el tiempo fortalece sus ansias?. Me inclino más por esta última aseveración, porque grité, cante, me emocioné y disfruté como hace mucho no hacía de un miniconcierto en vivo. después de tantos "bailandos", "cantandos&

Hay palabras que me gustan: silencio y palabra

Lo que habla y se escucha es el silencio. El silencio le presta atención al hambre. El silencio es el elogio de la palabra. Palabra es un filo de organismos cortantes, pero que no rastrillan el aire si no son escuchados. Escuchar es también silenciar, silenciar también es apalabrar. El silencio ilumina las almas, es por donde la alfombra de la masa se quiere relajar. El silencio es atendido en primer turno, porque el grito no es noticia. Los labios no manifiestan oleajes, las cuerdas vocales enmudecen, el pensamiento se persigna. ¿Dónde se almidona el silencio? El silencio es peligro de gol, es saliva cocinada por el secreto. La tensión radica en el silencio. La herencia del habla urge en el silencioso. ¿No hay más peligro en el silencio, por ser un visionario latente? Porque fuera del silencio hay ruidos, la música se expresa en las palmas de los tímpanos. Pero, ¿quién escucha?, ¿quién oye?, ¿quién comprende? El silencio habla cuando comprende que es mejor ser anónimo y dormir en las

My first writing in English

Sorry, but I can not think in english. My skin grew up like a smell in the wind, touching every sound, every little peace of dust. Thinking as an argentinian, italian or latin woman is arise me until the sun and burning myself, taking care of the seventeen minutes to embrace you and just live those like the only moment to feeling me happy. Thinking as people like me is crossing the boundaries, play with limits, breathe like a cloud into a garden and after rain to be, only be. Is this a prejudice? After all, let me be me, it's only me.

Otras palabras de Gabriel

"...Esta noche estaré contigo amor, moriré las horas de espera, en mi cielo iluminado busco la primer estrella, brillante luz siempre en tus ojos, soles tuyos calientan mi alma, tu mano tan suave, tu voz muy dulce, tu oleaje dorado brota como corona, me has poseído Reina, Hermosa..." Por Gabriel Maldonado

Congestión

Mi primera intención al escribir estas palabras el sábado pasado fue la de dejarlas en la página de Soraya. Así lo hice. Ahora las transporto también aquí, donde habita una de las partes de mi alma... Hay una congestión, pero no es fuera del area de esta habitación ni sobre las calles. La luz apagada quiere encenderse dentro, espera con ilusión oler tu llegada, que cuando acaricia el piso lo ilumina y me hace tambalear. Siento que sola no puedo, ¿quién si? La soledad es sólo para pensar un instante en que quiero pensarte y te pienso. Tal vez faltan huellas, marcas de caminos, distancias con escalofríos, ojos que identifiquen el terreno, caricias que despierten al destino y le enjuaguen la ceguera. Falta osar tocarte un poco más, falta besarte y recomenzar con otro eclipse que convierta el ocaso en primavera. Afuera vuelan esos pétalos enamorados, tocan la persiana y me hacen pensar en el momento, en el latido que provoca, ese instante que queda para vernos.
Todo lo relacionado con el acto de decir y pensar en mi inevitablemente viene de la mano de la música...Pero no pensaba justamente en las canciones de Sara Groves, que tan exquisitamente me llenaron de paz en un momento turbio e insano, sino que pensaba en lo que significa reflexionar de un modo en un minuto, volver a reflexionar de forma diferente en otro, y así como cadenas de sucesos quebrados y echados a perder vamos modificando nuestros haceres y decires momentáneos según nos van acariciando los acontecimientos nuestras sensibilidades. ¿Por qué diremos una frase, o escribiremos alguna otra en tal momento o en otro perseguido por el apuro del expulsarnos la palabra, cuando más tarde congeniamos en que no era eso lo que pretendíamos expresar, o bien nos autoherimos flagelando la ocasión, o herimos a alguien y mutilamos un sueño? ¿Qué es ésto del herir diciendo, del herir olvidando, del herir prejuiciando, del herir amotinando el impulso, del herir malgastando el tiempo en dardear el

Palabras de Gabriel

"Yo me decía vulnerable, así le decía a quien abrió mi corazón.... El dolor a veces me derrumba, todo se hace oscuro y triste. Se hace un vacío en mi ser... los recuerdos de lo que nunca tuve y se extraña mucho, son las dagas en mi pecho, y me brotan los llantos ahogados en el rincón de mi silencio y el diluvio de mis lágrimas, desborda completamente el río de lo que quise ser... Amor incontenible..." Por Gabriel Maldonado

Ecos de la lectura de Descartes

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Desde un "Don't say you love me" de Depeche Mode podría arrancar prácticamente esta "meditación". Pero teóricamente tiene su primer suspiro en René Descartes y sus dudas sobre la verdad. Más tarde el hambre transgrede la barrera del tiempo y me incita a masticar algun que otro sandwich de miga. Me cayeron bien, pudieron cortar con el maleficio de mi hambruna. Hice un pequeño hoyo en el tiempo y mi cerebro descansó unos minutos, porque últimamente me he enredado con pensamientos que molestarían a sus espectadores, son pesares que dan vueltas y retienen el tiempo contra mi piel, que paso a paso se va arrugando. En este momento no se por qué pensé en vos, y ocurrió que la importancia ya no duele, el ser erróneo que me hace palidecer por dentro fue, es y será como un pájaro débil al que le cortan las alas cuando su intención ya no es volar, sino descansar. Y si, he descubierto secretos, he atravesado la barrera del respeto, he acomodado algunas intimidades a mi inte
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Algo de Georges Bataille... "...ese ser que se enfurece, insensible a la calma clara y distinta que supo nombrar, al que una súbita indiferencia le suscita la posibilidad del torrente, de estallido y de grito que él es, al mismo tiempo es la energía que puede descargarse como el relámpago y la conciencia de peligros mortales que resultan de las descargas de energía. Ser, en el sentido fuerte, no es en efecto contemplar (pasivamente), tampoco es actuar (si por actuar renunciamos al comportamiento libre con miras a resultados ulteriores), sino que es precisamente DESENCADENARSE. Así, la mayor parte del tiempo preferimos no saber nada y alejarnos tímidamente de nosotros mismos como si estuviéramos ante rostros desfigurados. Pero por esa misma razón nos afecta el desencadenamiento que vemos, que no nos concierne, pero que nos hace ver que podría concernirnos..." ¿Aspirás a la felicidad? ¿Que harás cuando seas feliz? Continúo más tarde, serenamente pensaré en la ironía y extraeré

"Run baby run baby run baby run baby run"

Disculpen, estaba leyendo"De lo bello y sus formas" para la materia "El arte y el hombre" y Trelew de pronto me succionó un interrogante y palabras. Aunque me perdí en el texto, como siempre me ocurre. Disculpen si me meto con las momentáneas alegrías de su día, pero a pesar de la melancolía que me hizo notar Edgardo sobre las palabras que me desesperan y me arrebatan la decencia de la poesía feliz, necesito exfoliar mi alma y decir lo que pienso. Contemplo todos estos aprendizajes, los tengo como retratos nauseabundos y confusos entre lo que hice, lo que debería haber hecho, de lo que no es menester jamás arrepentirse y de aquello que queda como engranaje esencial para conformar la mirada, la luz, aquella luz que nadie puede apagar, lo vivido, lo maravillado, lo extasiado, el remolino de ocasiones en que sonreí. Son fugaces momentos de pasos que vamos dando, pero que se aúnan para concretar un desarrollo en el tiempo. No en el ahora, no en el ayer. La acumulación d

puntos suspensivos del momento...

Así como de noche se plantea el interrogante, de día comienza a responderse. Afuera hay esplendor, en el eje de la tarde el sol se pone a tocar con su guitarra de rayos una confusa melodía. Pero los paseantes no son atravesados, no la escuchan. El sol se dirige a la invisibilidad y a la sordera. Sin embargo, hay que rastrear un poco. Quedarse en eso, en ese dejar pasar para superar no es lo ideal, sólo se supera cuando se arregla, cuando se martilla la tierra y se hunden los dedos débiles. La mano renace, comienza a acariciar el aire y no solamente a tocarlo. La tarde me convoca a segregar aquellos minutitos del día viernes, donde a escándalos momentáneos fui feliz.

Noche televisiva

Como siempre de noche surge la pregunta, poetizar es preguntar cinco siglos después de pensar con el sudor de los dedos y la devoción de la escritura. Se que es difícil, ¿quién pretende interrogarse cuando lo único que deseamos es caer extasiados en una cama de soldados de juguete? Ver bailar, sólo ver, no tocar, no sangrar, no derretir el hielo del olvido con una caricia a una mano, es orfandad, el contacto es huérfano de aquel pentagrama de manos encadenadas. En clase me preguntaba dónde quedó aquella relación con la piel autóctona, y que hay de este entramado de versos televisivos y de figuras irreales que se convierten en verdades por la hegemónica dominación de los lenguajes comunicacionales. No llego a responder, la respuesta esquiva, así como esquiva la solución, y me como una revista televisiva de baile que acaba de terminar.

Palabras de un crítico

Decía Octavio Paz: “Del lado de la política, la poesía se empobrece, le falta crítica...”. La crítica es el instrumento en estado puro de la libertad. Es el alma, el relincho de energía, el ojo que desata la visión enfática. ¿Cómo acertar en el decir si no se critica, si no se confronta, si no se dialoga, si no se busca debajo de la tierra lo que es tapado con discursos hegemónicos? Me dura el efecto del elixir. Participo a diario de la enigmática noticia del no saber, del no entender, pero peleo dentro de los nidos de avispas, me traigo a la palabra el quiebre de relaciones con la monotonía. Decia Octavio Paz: “lo importante es la poesía moral y la visión del mundo”. Me pregunto, entre tantos desatinadores de la moral, ¿cómo entenderla como moral si aun no sabemos qué es moral?. ¿Moral en sentido estricto o moral siguiendo lo que uno es, con coherencia y estructura de ser y pensamiento? Rasguño un poco el polvo que tapa la descripción, y me hago cargo de que a mi entender moral en poe

"...I don't know why but I know we're free, free to fly"

¿Me desprendo de lo irreal o me enfrento más a ello? El fuego constante de la tecnología y el vicio de la tecla, ¿ me acercan a la calcinación de la cercanía con los seres? ¿Es un pecado molestarse con la anarquía del sentido y al mismo tiempo abrazarse a las musicas del progreso? Si, se que me enfrento, me confronto, me ofusco, me entrego a la guerra entre la dulzura del libro y la fascinación por el escenario de la imagen tecnológica y desquiciadamente comunicacional. Es como hacerle acupuntura al futuro, plantearle una incógnita, morderle el léxico a las tentativas por idear nuevos diálogos. ¿O es que acaso no los estoy creando al plantearme la angustia del no entender, del no ser capaz de tantear el terreno en esta confusión de ideas? Me limito a votar por un descanso diario entre poemas, entre prosas filosóficas y entre delirios incapaces de entender, pero juego a la memoria virtual con los paneles de artistas y charlatanes que veo remontar vuelo en los programas de TV. Aun me que
Las antenas del progreso son sudorosas circunstancias. Me veo envuelta en el caos. Otra vez doy vueltas pensando en el plagio, charlando de esta temática me pregunto una y otra vez, ¿está bien crear este blog, que sólo intenta marcar los pasos que mi corazón va amontonando en el tiempo?

Paseante...

Aun siento el polvo desparramado, la piel se hace rugosa y huele a tiempo... Hoy el viento despertó egocéntrico. Pero hay réplicas, la gente que se muda de cuadra en cuadra camina vigorizando sus ánimos de escabullirse de sus afanes inhumanos. La letra de la tierra se unta en la sequedad de los labios, áspera pero pegajosamente derrumba el deleite por la serena temperatura de este mediodía. Caminando, el horizonte se hace papel y humo. La basura andante me recuerda a dónde va el recuerdo. Los cabellos reflejan el aura del egocentrismo descripto. Este dilema se asemeja a los días en que escribía los lamentos y las gracias de Trelew, allá por los años 96, circunstancias que luego me fueron hurtadas por los amantes que no saben idear ni expresar la realidad (me pregunto si es que no pueden o es que la flojera los conmueve). Aquellas doncellas de la tierra, emulaban a Martínez Estrada, el escritor paseante de Buenos Aires, que haciendo uso de sus sentidos describía las glorias y desgracias

Dimensiones de la palabra...

Momentos atrás pensaba en las dimensiones que debe tener cierto escrito, novela, poema, elíxir de palabras, o que se yo que compendio de letra, hora y comportamiento para ser llamado relato. Asistí a la charla que realizó el escritor Tomas Eloy Martinez en Trelew, pero nada queda en mi claro en lo referente a qué es un poeta, qué es un escritor, qué es un soñador, qué individuo un periodista, o qué ser un novelista. Tengo frío ante la pregunta, los dientes machacan sus dudas, hay efervescencia en el dato que he recogido de tanta palabra suelta. Porque las casillas me tiñen de dudas, el encasillamiento temporal aun más de dolor. Entonces, meditaba acerca de mi, de mi ser que naufraga entre eclipses de países y circunstancias, me cuestionaba sobre mi capacidad profesional de "comunicadora social", que no sabe obsequiar a la multitud un tramo de realidad, esa realidad pintada y consternada por ideologías que se mudan de tiempo en tiempo a otras ideologías, y que trasladan su eme

Sin título

El amor, seda viscosa que se pega al alma y la aprieta contra el pecho. Amor, ojo en la tormenta que ve tendenciosamente la mirada encadenada.... Es el elixir del tiempo, derrumbando un muro del pasado y construyendo a chorros un bosque de nuevas preguntas. Casi objeto del silencio, casi llama de un tormento que deja de sufrir.... Hay un paso entre el milenario túnel de lo que fue y de lo que es. Hay una lágrima dulce por la mejilla acalorada. Corre el polvo del deseo por la llaga abierta y solitaria, que poco a poco va cerrando sus conductos y se sana... El amor, sudoración inquieta al romperse las cadenas. Necedad del aire insulso que pretende ser viento agitando las hojas en este invierno. Amor, ¿acaso eres mi sombra? Los diferentes niveles del tiempo me han legado tus pasos y hoy me haces compañía.

Sólo un momento...

Pero sólo son momentos, de desgracia o de dicha. El decir tiene elementos secretos e ilusiones que tiemblan. Un sueño que fecunda y se une al delirio, un delirio que fue mirarte en un momento, en que luego te desposeiste de lo que eras y volviste a ser el siendo... El decir tiene palabras acurrucadas que con el frío se deslizan. Una palabra es engendro de un toque mínimo, es ocaso de un abrazo de despedida.. Pero son sólo momentos, porque el momento juega a conquistar el siempre, pero el siempre se lleva el trofeo en la ruta a lo eterno, y el momento gana la partida hacia el recuerdo. Hay un cofre en estas manos que quieren dar y tocar el aire cuando pisa tus adentros. Pero, sólo es pero. Pero, sólo es un momento, un momento hace días que besa al quizás y a la hecatombe de un silencio. Sólo fue un momento, pero un momento que se lleva el segundo premio hacia tu mirada en el recuerdo.

Pensar

Soy un ser pensante, el extremo del eje central de mi organismo pensante. Pensar es vivir en conflicto con el preguntando de los fines y las palabras. Las palabras se amotinan en mi vientre para succionar la pregunta, porque esta clase de filosofía tiembla en el escándalo de lo quieto y desamparado. Las estrellas arrugan el tiempo, lo hacen innato de mi presente, que se cuestiona y piensa el futuro como sangre de mi pasado. Pero la noche tiene espinas, Trelew y la gente te las clava en la llaga que aun no estaba envenenada. Y como moción para el sufragio, la emoción se hace a un lado y ya no llora, no late ni respira la queja de la lluvia. La emoción no titila, objeta a la vejez que va caminando, aquella dama de blanco que pasa por el costado y le da unas palmadas a mi alma, aquella vieja soledad. Pero, ¿qué es soledad? Escuchando de Miguel a Ciorán podría decir que es una o ninguna, y si escuchamos a Aristóteles diríamos que su esencia es estar solo. Pero estar solo puede ser estar ac

Después de la charla...

Es el cuero del espacio, nos separan infinidad de puntos, está desnudo el silencio. Fluyen las voces, los ruidos de motos atormentan la lumbre entre la alfombra y la ventana, pero nada dicen, nada expresan, todo tiembla y da miedo cuando se quiere realmente decir, hablar, expresar, esgrimir, deshidratar la mirada, opacar el anonimato, fluir la hipotermia del viento y cancelar el distanciamiento...Todo se ata al mutismo, solitario espacio entrometido entre miradas... Me preguntaba cuándo dejamos de dirigir palabras, o cuándo dejamos de confiar, o cuándo no confiamos nunca. Me preguntaba sobre el negro silencio que no canta, que no envuelve las vidas entrenándolas para unirse y despojarse de la nada. Me preguntaba dónde queda la ecuación que unía un tono a una nota, una fragancia a un perfume, un olfato a una comida, una hecatombe a la paz. Me preguntaba por el momento en que coordinan los deportes y las letras, por aquel anochecer encadenado al sol, me preguntaba dónde quedan los diálog
Sentada...El frío afuera..Surge la necesidad de preguntarnos por el poeta, o por el filósofo que no se atreve a mostrar el suicidio de sus letras. Me ataca ese deseo de perpetuar la palabra donde se la mire, no donde se la vea. Porque ver una letra, redondearla con los ojos, no es mirarla, ni mucho menos leerla. No quiero ser prepotente, uno ya lo es en su escritura, pensando que es la mejor, porque la de otros claudica donde la nuestra comienza. Pero no, me preguntaba por el análisis de un párrafo, por la evaluación de una nota de opinión, o simplemente un noticiar la realidad envuelta en redes intrascendentes. Trelew tiene mucho de casilla y trampa. Uno se eleva, y al instante siente la piedra. Obsesión no es la palabra, más bien deseo y perplejidad. No ser mejor ni peor, pero ser diferente nos aleja. La multitud es ser parte, y la soledad es salirse de las partes. Ser como se quiere, eso en mi virtud es ser, aunque la masa nos espese el pensamiento, aunque la masificación intente co

Especialmente...

Un comienzo, luego de hojas que se van secando y palidecen con la agonía del frío, puede resultar sofocante. No saber, respetar las reglas del tiempo, detenerse para pensar una vez más cada paso, eriza mis pies, el trayecto se desliza en la tragedia, cubre sus ansias con preguntas. Transpiraré vasijas y seguiré construyendo, que más nos queda, detenerse es comerse el aire. De aquí en más, todo es apretarse bien fuerte la bufanda y descansar sin quedar...