Hay palabras que me gustan: silencio y palabra

Lo que habla y se escucha es el silencio. El silencio le presta atención al hambre. El silencio es el elogio de la palabra. Palabra es un filo de organismos cortantes, pero que no rastrillan el aire si no son escuchados. Escuchar es también silenciar, silenciar también es apalabrar.

El silencio ilumina las almas, es por donde la alfombra de la masa se quiere relajar. El silencio es atendido en primer turno, porque el grito no es noticia. Los labios no manifiestan oleajes, las cuerdas vocales enmudecen, el pensamiento se persigna. ¿Dónde se almidona el silencio?

El silencio es peligro de gol, es saliva cocinada por el secreto. La tensión radica en el silencio. La herencia del habla urge en el silencioso. ¿No hay más peligro en el silencio, por ser un visionario latente? Porque fuera del silencio hay ruidos, la música se expresa en las palmas de los tímpanos. Pero, ¿quién escucha?, ¿quién oye?, ¿quién comprende?

El silencio habla cuando comprende que es mejor ser anónimo y dormir en las calles de la espera.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
goles suenan
a la distancia

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