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Mostrando entradas de febrero, 2019

"Una piedra negra en medio del alma".

Me lo preguntaré una y ochocientas cincuentas veces más, ¿vale la pena? Haber dejado de escribir en prosa para pulir versos con sonido ajeno, ¿vale la pena? Cada respuesta es errónea, porque sólo hay una que sería verdadera, y no sé si esa lo será también en alguna medida porque quizás ni siquiera la pregunta tenga sentido alguno. Me lo preguntaré de nuevo, ¿vale la pena? Esperar por un milagro que se conjure con el amor, y que cada paso que dé sea precisamente para comprobar que algún día pueda ser, ¿vale la pena? ¿A quién puede importarle hoy la felicidad?, es tan finita como esta miserable interrogación, juega con su dentadura sucia de día y se nos presenta mostrándose con todos sus dientes blancos de noche, de frente, ante nuestros ojos, de pié, altiva y serena, luminosa y endiablada, pero orgullosa de ser quien es, para tentarnos con su pasta adictiva, pero un día se aburre y se va detrás de sus nuevas diversiones. Por eso, ¿vale la pena? Alguien alguna vez se pregunta cosas, pero

Una rutina

Es una felicidad pensar en vos, estés o no estés de mi lado, me mires o no me hayas mirado, cuando un corazón sueña y tiembla por el solo hecho de amar a un ser humano vive con el espíritu siempre enamorado, y a todas las muertes habrá resucitado. La ironía de la infelicidad cuando el ser amado no está a tu lado es que a pesar de todo no habrás amado en vano, una sonrisa tiene el sabor de un helado, y ni la rutina supera a un espíritu mojado, a un alma que por vos ha temblado. Y lo más hermoso es que los latidos te indican el camino marcado, hasta que has llegado a comprender que la voluntad no es un sueño fracasado, es lo más hermoso que has acariciado, sentir ganas de amar es el inmenso placer que te ha tocado, estés conmigo o no, me ames o nunca lo hayas intentado, yo tengo la experiencia de haber amado. Aunque no me mires me gusta, la sal puede ser dulce, y algo dulce un poco estrafalario, no sé si tus ojos son más oscuros o menos cla

Mentirita

Mentirita, cada vez que inventamos una pequeña mentirita para ser feliz no lo conseguís, no, y no sé si alguna vez pueda surgir eso de vivir sin creer lo que podrías tener sin dejarlo ser, te levantás de tu pequeña tumba creyéndotela, pero volverás si no ves la realidad. ¿Cuál es la realidad? ¿La que duele y se te da por ocultar o la que mostrás para no pasarla mal? En el laberinto vamos inventando nuevos caminos para despistar a los curiosos, pero vos sola te vas metiendo en el sendero sinuoso, y aunque ves que te amo no te molesta que lo intente en vano, una mentirita más para ocultar lo que no se puede lograr, no saber donde estás pero seguís teniendo ganas de respirar, quizás algún día lo logres y te perdones todos los errores que cometiste para buscar el mejor de los amores, y aunque no te toque ya habrá pasado la noche. 04 de febrero de 2019