De Poetas y Filósofos

¿Qué es el amor? Ja, pregunta estúpida. Te lo pregunto, me lo pregunto, o tal vez es sólo preguntar para incinerar todo lo que hasta ahora se tenía como verdadero. Nunca nada es tan veraz ni tan disimulado, ¿amamos o creemos que amamos? ¿mentimos o nos mentimos a nosotros mismos? Es idiota pensar, también es idiota afirmar, porque toda afirmación es finalmente una duda, ¿quién puede aseverar toda la realidad? ¿Qué es el amor? A veces uno cree que ama, ¿pero qué es el amor? Celás, especulás, imaginás, sos inseguro, te enojás, puteás al aire, te tragás las sobras de tu desaliento, y hasta hacés una pasta en el estómago del viento, que te harta, te consume, te somete,. Entonces, ¿qué es el amor? ¿Dista toda pregunta de toda afirmación, o es que la misma pregunta es finalmente la afirmación? El acertijo, la consumición, la altura a la que estás de la tierra, los orificios que se te hacen en la barriga, el pensamiento que no te deja dormir tranquilo,

Viste como es: vas por acá, o por allá, por este camino o el anterior, o el de mañana, quién sabe, buscando, urgando, sacrificando tu alma para encontrar el olor de su piel, el tono de su voz, el movimiento de su cuerpo y hasta su malhumor. Vas en carreta o en auto, qué más da, si tenías una furgoneta, una Ferrari o una bicicleta. Las ganas son las mismas, las ansias te precipitan, creés que es acá, pero te desilusionás, pensaste que fue antes pero no te arriesgaste, y esa tímida duda hizo resignarte. Cerraste la puerta y no supiste si era esa o la otra la que te hacía llegar a la meta, su corazón no te chista, su alma no es tan lista, te arremangaste poquito y era para batallar sin filtro. Pero no sabés si el después hará que empieces otra vez, es cuestión de no impacientarse, ¡como si fuera tan fácil!

De tan altos que son esos tacos no sabés cómo llegar hasta arriba. Al tope del mundo, en medio de unas agujas que recorren el espacio infinito. Una población se erige en el medio y hasta el océano más profundo de todos y el menos transitable. El camino es tan largo que las bifurcaciones te hacen intentar desertar, y sabemos qué les pasa a los desertores. Pueden ser decapitados o incomprendidos. Pero la fiesta sigue, porque la ignorancia es el camino de la liberación. Siempre es mejor no mirar para no sufrir. Y aunque hayas nacido consciente pretenderás ser inconsciente y murmurar, o reír, sin pensar, para huir. Los pies no pueden estar ásperos ni las arrugas se tienen que ver, pero la superficie no puede ocultar lo que hay detrás, ni un baño viejo se puede cambiar, el placer es sólo un juego del que no sabe comprender. Sí me importa, pero es mejor decir que en el intento obedecer. Hoy es un vino mañana no sabré.

¿Y quien escribirá de viejo cuando su alma ya esté cansada? La poesía es cruenta pero aleccionadora. Si no sabés ver sus señales te perderás viviendo. ¿Y quien hará un libro que triunfe sin la eterna juventud? La experiencia te nutre y no te detiene, estés más allá o apenas acá el que no escriba no te lastimará. Desde aquel día, desde aquel primer momento, desde aquella primera vez, cada día, cada uno, busco la forma de llegar a vos, y no lo digo con tristeza, lo digo con la emoción de haber recorrido toda parte del camino. Y aunque el camino sea largo no me voy a resignar. Aunque me lleve al fin no dejaré de luchar. Podría dejar de argumentar y dejarme de justificar pero no dejaré de intentar. No quiero ver, pero debo seguir caminando, a tientas, en la oscuridad, como quien mira más aún la profundidad, pero caminando, caminando. De otra forma no será.