Noche televisiva

Como siempre de noche surge la pregunta, poetizar es preguntar cinco siglos después de pensar con el sudor de los dedos y la devoción de la escritura.

Se que es difícil, ¿quién pretende interrogarse cuando lo único que deseamos es caer extasiados en una cama de soldados de juguete?

Ver bailar, sólo ver, no tocar, no sangrar, no derretir el hielo del olvido con una caricia a una mano, es orfandad, el contacto es huérfano de aquel pentagrama de manos encadenadas.

En clase me preguntaba dónde quedó aquella relación con la piel autóctona, y que hay de este entramado de versos televisivos y de figuras irreales que se convierten en verdades por la hegemónica dominación de los lenguajes comunicacionales.

No llego a responder, la respuesta esquiva, así como esquiva la solución, y me como una revista televisiva de baile que acaba de terminar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Mi devoción supera lo terrenal"

Sólo porque lo que dura no para de durar

New Year (Happy or common)