Entradas

Mostrando entradas de 2021

Entiendo porqué escribo

Entiendo porqué escribo. Pretendo sellar en palabras lo que debo aprender y entender, lo que mi mente no debe conceder, lo que mi corazón se empeña una y otra vez creer y que no va a suceder. Todo vuelve, y a veces vuelve a la normalidad. Desde las llagas hasta las sonrisas. La urbe te inquieta, el calor te acelera, los astros algunas cosas nos revelan. Todo se maneja de una manera puntiaguda. Y hasta en esta Navidad que es normal huele a tiempo y nieve, a noche y a algo maravilloso que no puedo descubrir sin velar su ceguera. Como las luces de las casas torontesas, o ese aroma musical norteamericano insostenible más allá de un Holyday, pero que es hermoso cuando suena en las radios. Es un pesar que no es pesar sino objetivo. Creí que ya no esculpiría, pero he anidado una nube y lloró: el calor hirviente la ha bendecido. Sin embargo, el abrazo y la esperanza cobran vida porque somos humanos. Y en la humanidad y no en la perfección está la explicación.  

En el alma

Cómo pega el alma en una noche de insomnio, y sin que estés a mi lado siento tu abrigo, por eso te llevo conmigo. El alma pega lengüetazos al aire, arroja lengüetazos al silencio, ejerce una sofocación contra el tiempo, que tiene la costumbre de pasar y no pasar cuando se precisa que se detenga el viento. Porque la tormenta está muda pero también es incesante, como poner tu grito en espera, y callar lo que no querés que se entere nadie. Una piel que te lleva aunque no te haya sentido, es más resistente al desastre del olvido, es más peligrosa al tacto que no te ha vivido. Por eso te llevo conmigo.

Fábula de día de paro.

Desde hace algunos días hay paro de auxiliares de la educación en las escuelas, y hoy se suma el de los docentes. No hay clases, sin embargo puedo afirmar que sí hay distintas clases de personas. Algunas lloran por no sentirse útiles ante la utilidad, y otras se aferran al silencio y al placer de la calma como si fuera el camino para dar un paso cada día y seguir respirando. El hedor de la ignorancia es eterno, no basta con que de a ratos pase el tren y suene la sirena. Esta es la fábula del león y el ratón. Obviamente que en esta historia el león es un inconsciente (y no lo escribo en tono peyorativo, simplemente que no saber creo yo que es una señal de inconsciencia). El ratón es el que espera, el que aguarda a diario su oportunidad de ayudar, como el ombú ha aguardado eternamente en la pampa su necesidad de cubrir con su sombra el sudor de los viajeros. El león se siente altivo, quién pudiera osar siquiera de pretenderle ayudar? ¡Ni en un millón de años se lo pudiera imaginar! O bie

"Se te enciende la vida"

 Ja. Las rosas y las espinas no se besan. No posan juntas para el retrato. Sus cuerpos se desaceleran cuando van a juntarse. No escatiman en rechazo. No, las rosas y las espinas no se juntan.  No actúan juntas en el mismo escenario. Una va por la vida floreciendo, y la otra lastimando. A veces se ven desde cerca pero con desgano. Quedan rezagadas las ilusiones de unas, y las otras conocen todo de antemano. Ni siquiera se atacan, ni se rozan, porque apostar por su amor sería en vano. Sus almas están distantes, como los ojos que observan en todas direcciones, cada una por su parte. Ja. No son amigas de las golondrinas ni de los pingüinos que piensan en emigrar, no pertenecen al mismo grupo de Whatsapp ni se refrescan en el mismo manantial. Las espinas y las rosas no se tocan, son tan diferentes como las meriendas del clima, hoy fue invierno y ayer otra cosa. A veces tienen discusiones irresolutas, se acercan, pero les da asco pisar el lodo con sus exquisitas botas. Así no se sabe quien d

Una cosa

Hay una cosa incoherente en el pecho, ruidosa, tenebrosa, extraordinaria, majestuosa, que no se puede explicar con una argumentación virtuosa. Los argumentos van de la mano del polvo que se lleva el viento, y el viento se abraza al asombro como si fuera un colega de su entorno. Hay algo en el pecho, profundo, lujurioso, tendencioso, que aparece cuando despierto y también cuando me acuesto, ¡vaya si es indescriptible su aliento! No se trata de sufrir sino de vivir, y mientras tanto resistir,  ¡resistir! Porque el camino voy transitando con ese algo en el pecho, es como mi aliciente, mi nutriente, ¡pero también una explosión que emerge! Aún no explota ni se expande pero tampoco es cobarde, se manifiesta gritando en el silencio de esta tarde. Te va recordando la huella que hay que seguir, no sólo para sobrevivir sino también para no desistir.

Navigator

  Yo ya no tengo remedio, en esta vida perdí, a la brújula nunca la entendí. Sólo me queda revisar los cactus y aprender de su tenacidad, tratar de que mi corazón se sienta vivo y en libertad. Mis cosas a pensar tienen un conducto imaginativo, pero no tienen futuro. El presente es sólo una colación entre comidas. Hay bellos aromas que percibo pero están a unas cuantas millas. Como buena cristiana voy dando pasos, pero si no me mirás a los ojos nunca será lo mismo, es demasiado grande el abismo. Mi corazón sólo practica la contemplación y el disfrute de su proceder, pero no es lo mismo si no late junto a vos en un atardecer. Y aunque nunca sabrás que pasará de acá en más, el tiempo se sigue abanicando y el barco a la orilla parece no llegar.

Que poco cuerda estaba

  Condenada a la tragedia, resignada. El asedio de un corazón que arrasa con el fuego a través su mirada. Ni siquiera lo sabés, sin embargo a cada instante el murmullo de tus ojos se desparrama de forma irritante, como tan maravilloso es venerarte. Despertar otro día sabiendo que estoy atada, un sábado, un domingo o un martes, porque las cadenas que se incrustan en mi alma, aunque quiera soltarme me delatan, escuchando un himno, oyendo a los grillos olvidándome de lo que ayer pensaba, hoy y mañana sólo serán escenas robadas. Condenada a la mismísima sombra de tu mirada, un brillo insaciable y perpetuo que me atrapa. Se come los minutos en los que soñaba con mantenerme alejada, mi respiración acelerada me recuerda que tan poco cuerda estaba.

"Porque yo necesito un camino hasta vos"

Vos sos vos, y siempre serás vos, y siempre fuiste vos. El camino te va llevando, es tentador. El camino no se corta, sólo es desaconsejado. Sólo va avanzando entre besos mientras otros lo van manejando, y se va arrugando, y desarrugando.  El camino se va plantando en cada parada por el entretenimiento, por el capitalismo acelerado. Pero las nubes siempre te van recordando lo que has olvidado. Y en algún momento te hincha la boca el recuerdo para acordarte que alguna vez lo has besado.  El recuerdo nunca es en vano. Porque en algún espacio de tu mente esta cómodo y se va acurrucando.  Nunca vamos a saber realmente lo que es y lo que no es. Bah, la mayoría de las veces no lo sabemos. Acaso sentir sea un progreso a ese conocimiento que se nos va negando, el hojal por donde la hiedra derrama su amor, el orificio por donde el abrazo y la emoción se pondrán a conversar.  Y así vas recordando, y así vas regresando. Y aunque el amor no sea un descanso, es una concreción, la voluntad que quere

No son estos los tiempos

 En qué mundo podría yo desplegar escarcha en el desierto. La vanidad y el orgullo están muy próximos, condecorados y acostados sobre un letrero. La emoción se está reciclando y la pradera que se extiende sobre mi alma está durmiendo.  En qué momento podría yo asediar un león que ya está contento. Las herraduras están puestas en los pies y tu boca ya está extasiada con su nuevo pasatiempo. Y ni siquiera pasa el tiempo, apenas hamaga a empezar a andar este momento.  Cómo podría pretender yo arrastrarme con mis alas por el firmamento. Muchas nubes me impiden forcejear con el amor y sus sedimentos. Está visto que no son estos los tiempos. 

Alma del 400

 Es como si se me hubiera salido el alma de lugar, de pronto. Todo lo que estaba puesto en su sitio ardió, y el silencio quedó absorto. Las estrategias fueron descubiertas por la inconsciencia. El arte se rió de mi existencia. Si pensaste, quedate alucinando un poco más, un rato con esa clarividencia, porque el camino negro finalmente te sacará de la competencia. Tenías una liendre inquietándote para que la observes, y la observaste y caíste, como cae la miel en el pan al momento del desayuno, suavemente, dulcemente, sin que la resistencia te penetre, sin que las ojeras te inquieten, porque no pensás más que en lo que hace con tu mente. Se me salió el alma de lugar, es cierto, cuando bordeé el camino negro entre risas y chistes fuera de contexto. Nada me importó más que lo que pasaba adentro, en lo profundo, muy adentro. La hecatombe me hizo quisquillar pero no pude mirar para otro lado. La lengua de su mirada me quitó la claridad que tenía pegada. Es imposible luchar contra un alma qu

"Tíñeme de noche"

 Hoy tengo algunas cosas que escribirte, aunque no te vayas a enterar jamás. Hay cosas que nunca terminan por saberse, y en las puertas del cielo quedarán. Reposarán , desertarán, claudicarán, pero siempre estarán. La huella marca el camino, y tus ojos mi destino. Una frustración no basta para hacer morir el amor, ni un cuchillo compungido en el estómago, irrumpirá con sus ansias en el dolor. La vida es más que sólo eso, la porción más amable es imaginar un beso. Porque un amor que se alimenta de sus entrañas y sueña con poder despertarse a la siguiente mañana todavía tiene la ilusión íntegra, es una lumbre que no se apaga, es un deseo que fuertemente se clava como una estaca en el alma, y te empalaga, y tiene ganas. No se piensa más que en lo que no pasa para pensar que pasará mañana y habrá esperanza.

Fichas de un dominó

No es el alcohol el que me dominó, es el llegar al final del día y entender que al final todos parecen caer como fichas de un dominó. El que se mantenía en la cima rueda hasta la cuesta, y el de la cuesta se abraza al árbol para no caer, porque sabe que finalmente el final lo hará perder. Si hay un plan es ese, instigar al otro a ceder. Como los que te ofrecen fumar, o aquel que pretende que te intentes drogar, todos tratarán de surfear por tu mente y meterte que esto es lo que te hace valiente. Pero no, valiente es aquel que ante el límite no cede, aunque el otro lo intente. No es "persevera y triunfarás", es resiste y serás, el nuevo lema de la verdad. Pero sí, finalmente "el que quiere, puede", o "querer es poder". La vuelta aquí está en saber si el convencer le ha ganado al querer. 

"Buenos días"

  Yo te diría todos los días "buenos días", aunque los días se nublaran, aunque las décadas pasaran, aunque algunas canciones ya no se cantaran, aunque el tiempo fuera una emoción tirana, aunque la vida te costara tanto que ya no tuvieras ganas. Todos los días "buenos días", como si el amor nos uniera, como si las estrellas nos vieran, como si las emociones nos derritieran, como si todas las semillas florecieran, como si el destino nos dijera que todo el camino valió la pena.

"Mi devoción supera lo terrenal"

 ¿Cómo se mide el amor? ¿Clavándole una estaca? ¿Abrazando su ilusión al emerger de tu corazón su voz? ¿Dejando que corra por dentro una lágrima aunque por fuera te muestres falsa? ¿Se mide apretándote a su potencia o dejándolo que viva como quiera? ¿Se mide viéndolo en la hoguera o abrazando en sueños su sonrisa eterna? ¿Se mide pidiéndole que te espere a que puedas dar la vuelta, o dejando que pase el tiempo para no desear sus besos? ¿Se mide viendo qué pasa al transcurrir los años u observando los momentos en que sigue sus pasos? ¿Se mide guardándote para sus abrazos o resignándote a verlo en otros brazos? ¿Cómo se mide el amor que te oprime tanto? ¿Cómo se mide el amor que en silencio seguís guardando?

Las verdades están llenas de arena

  Por un minuto abandonás el vestido, o la pantalla, o el dolor. Por un minuto sos vos. Y después de caminar unos kilómetros te equilibrás y ya no sos la muñeca de cera que se destruye cuando le late el corazón. A veces tenés ilusión, y otras veces una vestimenta que te va bien con lo que alrededor se ve. Pero es cierto, da pena no ir bien, da flojera estar encerrada en una manta amarronada, si se puede aparecer durante el día en una capa dorada. No es insensatez, es aburrirse de ser y empezar a parecer, porque la verdad está llena de arena.

Corazón agrio

 Ni valiente, ni fuerte:  como la leche, que cuando pasa el tiempo se vence. Si se toma un té verde puede obtener ventaja del clima y objetarle la necesidad intrigante de moldearle. Si te das cuenta, te vas haciendo a la imagen de quien te mira, y te juzgás a vos misma aunque sea mentira. Como las nubes que van galopando a campo traviesa y se agitan, el corazón se te va contracturando y ya no palpita. Se arrastra en la planicie esperando el momento de su muerte, mientras tanto son agrios los latidos que expulsa, mientras tanto se duerme sin la luna. Su silencio no es inacción ni desesperación, es la espera de la acción que espera la consumación. Por eso no dice ni alto ni bajo, cada figura retórica de sus pasos pende de un hilo, sujetada a una sonrisa o a la evolución de una respuesta que no llega, ni se acelera en el camino de su tenue espera. Sería como sacar una espina de la rosa sin quebrarla, sin pretender que la rosa por su espina de amor no muera, como se van apagando los corazo

"Purple rain"

  Dos veces nada más dejé de pensar. Sólo dos. Y las conté porque fueron momentos dúctiles entre mis emociones, dos domadores de mi conciencia, dos donaciones a mi insistencia. Ja. Afuera llueve y parece que lloviera todos los días, aunque el sol esté planeando su próxima aventura. La música no es sólo una manifestación de lo que me permito sentir, es también un organismo que se integra a lo que me permite vivir. Una fusión de calidad entre el mar negro y tu existir. Parece que el campo de mis sueños se desvanece tal como el corazón que a nadie le pertenece. pero el corazón siempre es el más fuerte aunque otro te lo atraviese. La lluvia no caduca, se queda, el silencio no habla, te atormenta. Pero abrazada va la esperanza a aquella nube que tiene tu lumbre.