Entradas

Mostrando entradas de 2010

Sentirse viva

--> Hace mucho tiempo que no escribo una carta larga, tanto como que no respiro. Porque respirar tiene su táctica, y las estratagemas cambian su condición cuando el tiempo pasa y los árboles ven sus hojas escapar.  Tengo tremendo miedo a crecer. A volar siempre le he temido, uno no sabe hasta dónde puede llegar porque no sabe cuánto puede resistir. Volar también tiene su estrategia, hay que planear demasiado bien para no perder el rumbo en el camino, hay que solventar un sueño, hay que resistir el hielo de lo alto y el golpe de la caída. Pero si suavemente agotás tus energías podrás descansar, y volver a respirar.  El descanso tiene su encanto. No escuchás los rumores del alma, no mirás a los ojos y el dolor es menos intenso, la paz se amontona en cada uno de tus suspiros, olés a hoja de Maple en otoño y te tentás con el sabor de un vino. Pero también descansar llega a su fin. Y volvés a escribir y percibir el mundo con sus buenos y malos modales.  Encontrás así la
Seis de la mañana es el momento exacto donde el día comienza por fluir sus emociones, pero a regañadientes muerdo un suspiro tratando de pensar que hoy si se me dará esto de atacar tu alma con una mirada dirigida y afectada por una híbrida línea. Nos dedicamos tanto al remanso del trabajo, que olvidamos vivir. Tenemos como una serie de inquietudes deliciosas y cortésmente organizadas para tiznar cada maniobra. Te levantás y pensás en la orfebrería que resulta del ataque constante del látigo laboral. Te tomás el cafecito hirviente, pensando detenidamente en las páginas que leerás, y en el poco tiempo que te quedará para resucitarte luego a la vuelta, cuando después de la jornada recuerdes que no te ha mirado, y que otro día más intentarás atacar el vértice de sus ojos para que la vida valga la pena. ¿Qué es la vida sin el regodeo del alma, al pasar por el poniente del día y resucitarte con una copa de vino en el enjambre que ha quedado de una deslucida pero nutrida pérdida de tiempo? Ha

Esto de los amores imposibles

--> --> Los que pueden estar, y se animan, y corajean con la cobardía, están con la persona que pueden. Pero la persona que se ama y desgarra, esa es imposible. Esa duele hasta el nombre y la saliva, duele mover suavemente la lengua para pronunciar una silaba, como esperar una y otra vez que pase y cese la ligereza de un dolor profundo que se asume con constancia e inclemencia en el anónimo terreno. En el anonimato, sudorosa, temblorosa, está la pena, arreglando un encuentro fortuito de descarte o de valiente. Si embargo, con un hola simpático vivo. Es una ilusión lo que mantiene vivos los cuerpos y los éteres. Sin la ilusión los cimientos del mundo palpitan pero no vibran. Vibrar al verte y al escucharte, detenerme un paso y hacer que te ignoro. Volver a quitarme las herraduras y suavemente flotar para buscar tu voz en este silencio. Bueno, ya es tarde para arrepentirme. Estos días han transcurrido eternos de no doler y han pasado lentos por no ente

Pasión temporal

--> Anónimamente sumerjo mis energías en esta temporaria pero acertada pasión, delante de un olor a caladero maduro y aires desmontables.  Sufro por verte, aunque los destinos buscados por mi parte no aparezcan. Esto del destino inconcluso, la savia desatada, los árboles perplejos sin otoño, las gaviotas inundadas de delirio y mordiscos en un puerto vacío, las lejanas manos que espero traspasen el umbral de la vergüenza y encuentren una caricia en este momento.  Mi energía es poder asistir y cruzarme con tus ojos cambiando el transcurso del día, porque el destino es inmutable, pero sabe de besos imposibles y de sabores recomendados cuando la tarde perece.  Otra vez, hablar de destino tienta a los inconscientes sin acción ni cambio, pero entre el destino y la acción está mi deseo que te busca, caminar los pianos e insertar melodías en los besos, después que el viento nos arrope y la locura nos despoje.

Circunstancias violentas del ser

--> Los problemas no sólo están arriba, también están abajo. La violencia generalizada del ser y sus manifestaciones, corresponden específicamente al ser, viene de adentro, esa situación despiadada de formar segregaciones, dudas y maltratos le pasa factura al ser responsabilizándolo de los males. Hay dos internalidades: una es la der ser en sí mismo, en su soledad,, y la otra es la de una masa incorpórea y secreta, que fabula inclinaciones dementes para interceder por la violencia ante cada ser humano. Una es la violencia solitaria, y la otra es la violencia entre los demás especímenes. La internalidad del ser en sí recibe la internalidad de esta masa incorpórea y exhala violencia, que proviene de la angustia constante que lo ataca y desmorona. ¿Es un ser el causante de la desgracia, o lo es la sociedad amorfa, que entretiene al ser burlándose de su debilidad interna para masacrarlo y convertirlo en violento? ¿O es el ser quien va acumulando infortuitos remansos de tormen
22 de marzo - Así se va construyendo una historia de pasajes e indecisiones. Pero así se va juntando. ¿Qué es lo que acontece en un trabajo? Una caminata costumbrista, rodar por la puerta e incluirse en las pesadumbres de miradas desgastadas. Los ojos caminantes, rumian lentamente por los rostros buscando imperfecciones, dubitaciones, intentando alcanzar aquello que no se sabe pero se piensa. Hay un jugo que bebemos a diario, eso del querer entrar al otro con una artimaña insalubre y penosa, porque el ser humano quiere hurgar y estar ahí donde desconoce. A veces me tiemblan las manos, dudo que sea alguna enfermedad mortal, puede ser un silencio que quiere quedarse dormido esperando ser escuchado. De pronto llega la hora, huelo un perfume, es la intensidad del momento que me espera, ya antes de aparecer lo huelo, lo practico en ese aire que me envuelve, practico el olor y lo imagino, hago rodar el desodorante y sólo atino a dirigir mi olfato hacia ese espécimen. Pero basta

¿Quiénes? ¿Dónde? ¿Quiénes?

--> ¿Quiénes están realmente? ¿Quienes juegan y pro juegan con la gente, las gentes impenetrables o aquellos susceptibles, como una danza conveniente donde unos valen en algún momento y los otros se descartan, según la canción va sonando en este disco diario pervertido e infame? ¿Dónde va la sabiduría, la emoción, la vertiente del suspiro, la que arranca crispando el corazón, donde comienzan a valer el ser humano y la decencia, donde dejamos de servir y somos hoy para dejar de existir mañana, porque la existencia es una latita de leche que se va consumiendo según los ojos del observador agazapado, en búsqueda del pise del palito, tan preponderante en este mundo sin ilusión, sin alma y tan desamparado de sentido común? ¿Quiénes nos aman, para quiénes valemos? ¿Por qué abandonamos los únicos momentos guardados para nuestros seres queridos? ¿Por qué el trabajo siempre primero desfila, y por el callamos, y por el dejamos, y por el amedrentamos estas ganas de salir corriendo du

Derrames de extasis

Te busco en la suavidad, donde el alma raspada deja de sufrir en esa perpetua agonía inconsciente, y sale a respirar tu aroma que no tiene nombre ni decencia, la decencia a un lado y los labios en el fuego. Los labios en el viento. Un derrame de combustible eterno salpica un brazo, y surge ese encadenamiento de árboles que inspiran necesidad de olerte. Ese olor que se anuncia temprano sabe a mañana viviente y despojada, pero tremendamente iluminada si empezás trayendo tus manos a mi vida, las manos danzantes, que pronuncian caricias secretas, esas manos que a veces destruyen, hoy no, hoy van galopando estos minutos en la desnudez, esa desnudez del alma que te grita sin voces. No necesito llegar hasta tu oído, un grito a tu mirada influye en esta tarde hipotérmica e insulsa, cambia el jardín y crece la esperanza. Crece mi necesidad. El beso al costado miente, nadie sabe, los que no saben sangran, no saben, porque nadie sabe, no comprenden, no se comprende lo que no