Estado de trance

Sé que este trance es perfecto, puedo pensar en instantes selectos, rectos o incorrectos.
Sé que el corazón se me desarma cada vez que en el mundo no encuentro fundamento.
Sé que imaginar este amor lo hace ver como sumergido en pétalos.
Y sé que escuchar tu voz me engendra por dentro espasmos de veneno, eso no es bueno.
Pero yo te quiero en mis rutinas y en mis desiertos.
Te quiero en la siesta y hasta cuando me alimento.
Te quiero cuando lo áspero es mi tormento.
Y te quiero para que me apagues el cassette de este cuento,
que no es tierno ni es real, te comento,
es sólo para esperarte con música en cualquier momento.
Los "nis" son elementos disfuncionales para el alma humana,
en la espina dorsal se te clavan.
Un no o un sí de la alegría o el dolor se llenan,
pero al menos te liberan.
Yo te quiero para lanzarme de cabeza,
para hacer de mi voluntad, entrega,
para disfrutar con vos de tanta belleza,
no física, no filosófica, la de la fiesta,
la que en pecado hasta parece un rezo en una iglesia.
Te quiero con una locura exquisita, pequeñita, pero adicta,
porque los rayes de mi vida se asemejan a las masitas,
suaves, con poco chocolate y con azúcar finita,
y con la que otros se atosigan en realidades fingidas.
No me interesa tu regreso y tu partida,
si aceptas los te amo a escondidas, a hurtadillas,
serán reales como las miradas mías
que te lanzo, a pesar de que la vida esté tan dolorida.
Apurate, pero suavemente, sin torpeza,
que la cena de este corazón aún no se ordena.
Que te besa, te festeja y te respeta,
como si el festín del arte, en esta tarde oscura, me esperara en su mesa.

26 y 28 de enero de 2017

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Mi devoción supera lo terrenal"

Sólo porque lo que dura no para de durar

New Year (Happy or common)