Pero yo te amo

Qué difícil es contar los granos de arroz ostensibles, pero no imposible, las mentes juguetonas de los consumidores de café no se inmutan por esta desterrada mesa rectangular, pensada para que los solitarios se puedan tratar de observar (o intentar mirar). Hablan, cantan, gritan, muerden, los transeúntes de la vida pasan no sabiendo su suerte. Pero yo te amo.

Camina el griterío por la caja y los pisos sienten los latigazos de los zapatos de paja. Huyen mis entretenimientos de este concierto, ¡no puedo conciliar mi pensamiento! Pero yo te amo.

Tantos gigantes vasos que se van consumiendo, el small, el tall y el enorme de plástico ancestral. Las apples circulan como detonantes del hambre, las abejas no estarían cómodas en este enjambre, miedo hay de quedarse sin lugares en este espacio de aromas fatales, de perfumes descompuestos y silencios perfectos. Pero yo te amo.

(Te amo como la experiencia de la brisa balanceándose en la cornisa, besándote en secreto, palpando tus misterios, oliendo tus anhelos, regalándome un minuto por la intensidad de tu pelo, volviendo a conquistar cada minuto con un nuevo latido, que es infinito, aunque sea tiempo perdido, te amo en cada minuto que he vivido...

Aunque el son de tus ojitos me haga perder el corazón, derretiré en esta constancia mi ignorancia y pereceré sonriéndole al amor, que es lo único válido en estas entregas rutinarias de dolor).

Las personas fresas van practicando lenguajes, van copiándole los vómitos a los parlanchines, andan en la piel de sus botines, le roban las ideas a las vidrieras y salen de los negocios con ojeras, nada que ver con las personas sinceras. De tanto mirar se invitan a cambiar su agrandado estreñimiento de amor por un poco de deseo y esplendor. Pero yo te amo.

05 de enero de 2016.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Mi devoción supera lo terrenal"

Sólo porque lo que dura no para de durar

New Year (Happy or common)