"Si estás oculta, ¿cómo sabré quien eres?"


Las máscaras de los transeúntes están a punto de pasar por la histeria. Se van acurrucando para atacar. Es inminente el disparo. La paz se va a desquiciar. ¿Qué más necesitamos para darle rienda suelta al horror? A todos se les cae un vendaval encima tarde o temprano. Es la ira contenida, es el prejuicio mal curado. Los vándalos van pasando por el terreno pegajoso, ¡quieren herir al mundo! Por la calle te tocan bocina, van a velocidades superiores a las permitidas, los autos se paran sobre las sendas peatonales y de paso te chiflan el oído porque parecés vos la maleante. ¡Se están volviendo locos! Tan apurados van que no les importa el otro, ni ellos mismos finalmente parecen importar. ¿Qué ciudad van a transitar? ¿Una de lomos de burro y baches no establecidos? ¿Una de pastizales y basura alrededor? Ser lo que no se quiere ser, pero finalmente ser lo que el cuerpo te obliga a ser, sin principios ni valores, pero con dardos manipuladores. ¿Será que no estás por ahí que el gentío no se atreve a ser feliz? ¿Será que no aparecés entre las llamas que ni el agua tiene ganas de regar? Ni los unos ni los otros, el mundo parece un despojo. No intentes tapar la aureola con el sol, porque los sueños devaluados están y las sombras se hamacan ya. Demasiada aceleración no contenida, y yo desde acá miro mi herida. De una vez destapate, que el sol no durará por siempre ante esta voluntad de juguete.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sólo porque lo que dura no para de durar

New Year (Happy or common)

Hacia el cielo