Sin palabras ella misma

 

Sin palabras ella misma,

no lo que proyecta

y no lo que entrega,

es el todo en ella,

en su indisoluble consistencia,

en su entereza,

en lo que emanan sus ojos

cuando de sus pensamientos regresa.

Sin palabras su luz,

lo que con cada acción planea,

no hay nadie más apreciado que ella,

aunque te descubra,

aunque se inquiete,

que se sepa amada vale la pena.

¿Nos ves cómo en sus pupilas se refleja

la magia que sólo le pertenece a ella?

Nunca un ser ha desvariado al mundo con tanta delicadeza,

¡y con tanta fuerza!

Los ciegos no saben lo que se pierden

cuando su sonrisa te embelesa.

A veces traspasa por la ventana un haz de luz

en medio de una oscuridad que me retroalimenta,

pero nada llama tanto mi atención

como lo que representa ella.

Un escudo contra lo inhumano,

y hasta contra lo humano,

una salvación contra lo que siempre me ha atormentado.

Sin palabras ella misma,

no lo que no me dice

sino lo que me oculta con magnificencia,

una travesía a la belleza

por donde los actos sublimes se elevan,

como si el cuento nunca se hubiese interpretado

y mi ser nunca hubiera abandonado.

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sólo porque lo que dura no para de durar

New Year (Happy or common)

Hacia el cielo