No más obsecuencia, sólo lo que sienta

De tan altos que son esos tacos
no sabés cómo llegar hasta arriba.
Al tope del mundo,
en medio de unas agujas
que recorren el espacio infinito.
Una población se erige en el medio
y hasta el océano más profundo de todos
y el menos transitable.
El camino es tan largo
que las bifurcaciones
te hacen intentar desertar,
y sabemos qué les pasa
a los desertores.
Pueden ser decapitados
o incomprendidos.
Pero la fiesta sigue,
porque la ignorancia
es el camino de la liberación.
Siempre es mejor no mirar
para no sufrir.
Y aunque hayas nacido consciente
pretenderás ser inconsciente
y murmurar,
o reír,
sin pensar,
para huir.
Los pies no pueden estar ásperos
ni las arrugas se tienen que ver,
pero la superficie
no puede ocultar
lo que hay detrás,
ni un baño viejo
se puede cambiar,
el placer es sólo un juego
del que no sabe comprender.
Sí me importa,
pero es mejor decir
que en el intento
obedecer.
Hoy es un vino
mañana no sabré.



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