En el paraíso indefinido

Un bar, una mesa y sus copas de vino, la música y la aceleración de los sentidos, ¿te va esto del amor perdido? No existen estas cosas en la vida real, ya que las películas se prenden en primera fila para magullar frente a lo vivido, todo está tan lejano y juega tanto al ridículo que me río, y hasta ahora sólo he servido para atrapar langostas en el patio del vecino.

Que desatino es creer cuando alguien te presenta un invento, algo tan bello, pero que no te ofrece un fundamento, y es como un sol perecedero, tan obligado a hacerte creer en lo que no creo, tanto que me mareo, un imaginativo reflejo de lo que sólo puede ser si lo miramos en directo. ¡Todo es un pretexto para hacerte creer en labios inconexos! Ya basta de inventos, si pienso en tus ojos creo que son lo verdadero.

¿Vivirá la tez de tu mirada en mi madrugada? ¿Permanecerán tus palabras con las mías apretujadas? ¿Se mudarán tus piernas con las mías a habitar una pieza por el amor envenenada? Se escucha el lloriqueo de los envidiosos a lo lejos, ¿qué voy a hacer si no te encuentro en algún lugar y huelo tu pelo?

El camino es un desquicio, todo ser humano está en conflicto, se prende a los breteles del maleficio, miro alrededor y sólo veo lo que no vivo, en la historieta se me pierde la receta y no encuentro tu mirada entreabierta. Si no voy a estar en tus brazos me niego a dar un solo paso, sin vos, sin el murmullo de tu corazón, asediando, como leyéndome el diario, aunque las noticias sólo hablen de planes ordinarios y cuentos atrasados, te quiero entre mis pecados, en el cielo o el ocaso, ahuyentando al fracaso y tomándonos hasta la última gota del vaso.

Si fallo en el trayecto, que al menos se quede el recuerdo de tus ojos dentro de mi cuerpo, apagando mi último fuego, dándome el último beso, lo último que tenga de valedero todo este tiempo, que viví sin tu amor y sin tu cuerpo, porque en mi humilde opinión no hay mayor desperdicio que haber estado sin vos en este paraíso indefinido.

No todo tiene explicación, aunque porfiás en pensar una y otra vez cómo sucedió, la verdad es muchas veces un carbón que en el fuego se consumió, pero siempre quedás vos, diga sí o diga no, siempre quedás vos. No sé si lo sabrás o no, como un acierto o un error, como una guitarra o un trombón, siempre vos.

28 de mayo de 2018

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