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Mostrando entradas de abril, 2010

Pasión temporal

--> Anónimamente sumerjo mis energías en esta temporaria pero acertada pasión, delante de un olor a caladero maduro y aires desmontables.  Sufro por verte, aunque los destinos buscados por mi parte no aparezcan. Esto del destino inconcluso, la savia desatada, los árboles perplejos sin otoño, las gaviotas inundadas de delirio y mordiscos en un puerto vacío, las lejanas manos que espero traspasen el umbral de la vergüenza y encuentren una caricia en este momento.  Mi energía es poder asistir y cruzarme con tus ojos cambiando el transcurso del día, porque el destino es inmutable, pero sabe de besos imposibles y de sabores recomendados cuando la tarde perece.  Otra vez, hablar de destino tienta a los inconscientes sin acción ni cambio, pero entre el destino y la acción está mi deseo que te busca, caminar los pianos e insertar melodías en los besos, después que el viento nos arrope y la locura nos despoje.

Circunstancias violentas del ser

--> Los problemas no sólo están arriba, también están abajo. La violencia generalizada del ser y sus manifestaciones, corresponden específicamente al ser, viene de adentro, esa situación despiadada de formar segregaciones, dudas y maltratos le pasa factura al ser responsabilizándolo de los males. Hay dos internalidades: una es la der ser en sí mismo, en su soledad,, y la otra es la de una masa incorpórea y secreta, que fabula inclinaciones dementes para interceder por la violencia ante cada ser humano. Una es la violencia solitaria, y la otra es la violencia entre los demás especímenes. La internalidad del ser en sí recibe la internalidad de esta masa incorpórea y exhala violencia, que proviene de la angustia constante que lo ataca y desmorona. ¿Es un ser el causante de la desgracia, o lo es la sociedad amorfa, que entretiene al ser burlándose de su debilidad interna para masacrarlo y convertirlo en violento? ¿O es el ser quien va acumulando infortuitos remansos de tormen
22 de marzo - Así se va construyendo una historia de pasajes e indecisiones. Pero así se va juntando. ¿Qué es lo que acontece en un trabajo? Una caminata costumbrista, rodar por la puerta e incluirse en las pesadumbres de miradas desgastadas. Los ojos caminantes, rumian lentamente por los rostros buscando imperfecciones, dubitaciones, intentando alcanzar aquello que no se sabe pero se piensa. Hay un jugo que bebemos a diario, eso del querer entrar al otro con una artimaña insalubre y penosa, porque el ser humano quiere hurgar y estar ahí donde desconoce. A veces me tiemblan las manos, dudo que sea alguna enfermedad mortal, puede ser un silencio que quiere quedarse dormido esperando ser escuchado. De pronto llega la hora, huelo un perfume, es la intensidad del momento que me espera, ya antes de aparecer lo huelo, lo practico en ese aire que me envuelve, practico el olor y lo imagino, hago rodar el desodorante y sólo atino a dirigir mi olfato hacia ese espécimen. Pero basta