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Está ahí

No es una ideología, tampoco una ficción, es un sentimiento en extinción el amor. No tiene un trayecto óptimo, tampoco un sitio preciso para descansar, es una suerte de terreno intransitable el amor. Y te atrapa sin necesidad de retener, te desgasta sin obligación de conquistar, pero es tan bello que su intensidad te gusta y te hace emocionar. Pasaron la nevada y el aguinaldo y el amor está ahí, en la disolución y en la intemperie, aguantando para no morir. Se siente acorralado y en penumbras, como pretendiendo salir, y aunque los enemigos de la inconsciencia lo repriman el amor está ahí.

Un aroma

 Un aroma puede ser persistentemente práctico,  o persistente y práctico, o simplemente hipnotizante. pero nunca inactivo. Los contratos que tenemos pactados con nuestros sentidos son realmente confusos, ¿cómo controlar el delirio? La inestabilidad es un arma de doble filo,  te inquieta, te perturba, pero también la aceptás, la respirás, la ansiás,  la deglutís y la disfrutás. Un perfume no puede enquistarse de tal forma que el ánimo te desborde de felicidad, ¿o sí? La vida misma está en este aroma, ni siquiera la lluvia puede opocarlo, ni un chaparrón de sonrisas sin forma ni la elegancia pueden transformarlo. Un aroma es un conquistador encubierto que va enturbiando tu día con suspiros, y si me apurás te digo que me asusto con tanta maravilla en el camino.

No todo tiempo perdido está perdido

Todo tiempo perdido no es perdido realmente, es en éste donde pasa lo que va a pasar, ahí es donde se va fraguando el destino y el abrazo, es ahí donde la piel se va acomodando al abismo y donde el corazón se va acoplando a lo que la mente rechaza con cinismo. El tiempo que se va sucediendo en la nada es el que va sacando las vendas de los ojos, ese sincericidio es largo y tendido, requiere de coraje y de espabilar los vientres dormidos. Ese tiempo es donde el terreno se va acicalando y la hierba va creciendo, ese tiempo es donde el secreto quiere manifestarse  y donde las ilusiones se van despertando. Todo tiempo perdido no es perdido realmente, por mi parte voy asimilando la mirada con la que me voy levantando, esa que me sacó de una catacumba en la que el silencio me adornada con sus túnicas, vos quizás vayas encontrando el camino para escapar o desearme, porque en las tormentas surgen los vientos donde fluye la sangre. La quietud no es visionaria de que no pase nada, es la razó...

Ayer, dominada por el pensamiento, me extasiaba

Hoy en día le doy preeminencia, importancia, trascendencia a lo que me pasa por dentro. Me conformo hoy con tener el corazón ungido de placer, la sabiduría me domina, se me arrima y no escatima en cerrar viejas heridas. Hay locomotoras solemnes, pero esta que me atraviesa el cuerpo con sus vagones me estremece, no tengo sensaciones palpables en la piel pero se advierte un jugo denso e intenso en lo que no se puede ver. Hoy en día pienso en lo que siento y no me importa demasiado lo que en otros cielos acontece, no quiero hacer una sobreestimación de mi sentimiento, pero es la lumbre del incienso. Ayer, dominada por el pensamiento, me extasiaba, y tengo suficientes artimañas para transformarme en una enamorada.

"Caminaré entre las piedras"

 Todo parece ser un camino de piedras, un sendero que a los buenos ahuyenta. La mayoría regala palabras como si salieran de escuerzos. Discriminan, atosigan, y se atragantan con veneno. ¿Cómo soportar esos rostros del engendro? Los huérfanos de libertad se creen con derecho a atacar y discriminar. Que si uno sale, que si el otro entra, ¿tanto miedo le tienen a la verdad? Son ovíparos intentando sacudirse entre terrenos humanos, tienen inconstancia de virtudes y se ejercitan con pensamientos salados. Me tienen harta, y no puedo alejarme, ¿convivo con el interludio de los estúpidos o me distancio para no quejarme?

"La verdad es simple, ¿no es ésta una doble mentira?"

 La verdad no puede ser soportada por la mayoría de las personas, por eso,  ¿es preciso decirla? La verdad incomoda. La mayoría prefiere lo fácil, lo etéreo, lo conveniente. La mayoría se dispersa, porque la verdad te resiente. ¿Cómo se puede aceptar la verdad cuando el mundo es una casilla? La gente ahuyenta las verdades y acelera su carrera hacia las frivolidades. Ellas ofrecen confort, ellas te apaciguan, ellas te amoldan el tiempo y el espacio, ellas te relajan, y de su facilismo te empapan. La verdad tiene mala fama, por eso la mayoría asume la palabra como bellos inciensos para el convencimiento, cae mejor la miel y el algodón que la hiel y el silencio. Un chusmerío barato vende, una verdad insoslayable ofende. ¿Acaso no es preciso ocultar para vivir una vida  que te tenga a cierta distancia de una verdad que ilumina? ¿Acaso no pretendés ofender el aire con onerosas palabritas, antes que decir de frente lo que tu corazón grita?

Estruendo

 Es un ida y vuelta,  "una explosión de sabor", con sus vericuetos y sus trampas, esta sensación. Huyo y vuelvo a aparecer, no creo tenerlo que merecer, entender la inquietud de que es imposible, que no debo, pero vuelvo a caer. Una sonrisa y la vida vuelve a ser bella, un aroma y el ocaso se vuelve amanecer, mi mente lo sabe pero mi corazón resiste, ¡me quedo pero necesito correr! El almibar del momento me atrapa, es una y otra vez que me desata, intento refugiarme en la cordura, pero es una intensidad de locura. Ya sé, todo, sé todo,  no necesito siquiera corroborarlo, pero mi alma siente un estruendo y está empecinada en no ignorarlo. ¿Que me importe poco o que lo sienta simplemente? ¿Que acelere por la pendiente o que me reinvente?

Una tarde reveladora

Hoy he roto una nueva barrera. ¿Será porque mañana es mi cumpleaños? Debe ser un regalo por adelantado. No he escatimado en escuchar cosas que me han beneficiado, informaciones que me han hecho entrar en razón. Yo más o menos entendía los juegos, no soy tan estúpida como mi corazón me hace creer, pero la verdad sale a la luz tarde o temprano, y me tranquiliza. Aunque el viento siga soplando, entiendo que no sólo viene en forma de ráfagas, sino que también lleva consigo el polvo de la meseta. Es mejor parar, escuchar, aprender y organizar todos estos datos para poner un freno. La vida no es sólo idilio, aunque sea la maravilla que la moviliza.  Antes de venir para el trabajo le había pedido algo a Dios (y aún no sé si soy muy religiosa, atea o qué), le pedí que me clarificara una situación, que me ayudara a descifrar un enigma, porque antes de entrar en el laberinto es menester atender a las señales, y más si ya somos grandes (cuando uno es más joven puede arriesgarse a insertarse a...

"No puedo descifrar el código que guarda mi corazón"

  No sé de dónde viene, pero viene volando suavemente a través de mi estómago, ¿es una señal o una mariposa? ¿es un castigo o una mentira piadosa? No sé precisamente qué quiere, pero pícaramente se está percatando de que estoy cayendo, ¿querrá obligarme a vivir o simplemente tratar de que no deje de sentir? ¿Necesitará de mí una señal o pretenderá hacer mi corazón estallar? ¿Qué quiere? ¿De donde viene? ¿Alguien alguna vez podrá explicarme qué es este ardor que intenta extasiarme?

No tiene sentido

 No tiene sentido, no,  nada lo tiene. Más pienso en eso y no le encuentro un sentido, más pienso en vos, más te veo y más vivo, pero no tiene sentido. A veces quisiera comprender más, por qué de pronto todo esto, porque un día todo se viste de lumbre y al siguiente es mi corazón el que sufre. No intento descifrar abruptamente los hechos, pero tampoco puedo descansar, el pensamiento se me está yendo de las manos y lo debo recuperar. No tiene sentido, nada de esto tiene sentido, ¿por qué sólo venden pochoclos dulces en el cine? El universo te muestra las señales, pero no las puedo comprender, ante mi vista se presenta un aura, ¿por qué? Si todo era más sencillo en el silencio, si todo era sereno y eterno, ¿por qué no puedo encontrarle el sentido a lo bello? Es que si fuera sólo lo bello, es que, ¿por qué debo sentir esto? Cuando la imposibilidad es concreta, la estupidez te marea. Esto no tiene sentido, pero aún percibo una llamarada en el camino, ¿será el destino?

Human

Paciencia,  hay que tener paciencia, porque me pongo a cantar y a hacer cosas raras, le hablo a los muebles y a Nikita (ella me entiende), no modulo las letras del vocabulario, no digo correctamente los vocablos, y apenas si separo en sílabas lo que siento, todo parece un cuento. Pero me debo arriesgar a no decirlo, me gusta preferir para la nada repetirlo por temor a quedar al descubierto, por la inacción de mi propia condición avergonzante, porque hasta la revolución puede ocurrir en un instante. ¿Cómo es posible absorber la diferencia como si fuese una coincidencia? ¿Cómo es posible enfatizar la ilusión si sólo es una construcción sin razón? Paciencia, no quiero que se vaya y también quiero,  pero la ausencia duele y el pensamiento se vuelve indomable, tanto como mis sentidos inestables.

Ver la realidad con nuevas miradas

 Querer, es lo importante, lo importante es querer, lo importante es increpar al silencio, destapar el sinsentido y llenar el aire con preguntas. Desear, lo que sea y como sea, nos hace desistir de las penas, y cuando la serenidad se vuelve abrumadora el regocijo del estómago nos despierta y nos enfoca. Hay que querer, como un objetivo claro, de esos que no tenemos cuando nos adentramos, sospechar de las estrellas viendo tus ojos, eso es querer, querer en serio. Pero querer, en serio, como una necesidad vital para el organismo, como algo que no deseás pero disfrutás, en la soledad o en la compañía. Querer, para no mendigarle a la vida todo lo que te servía, querer aparatosamente, desinteresadamente, en el hueco de una habitación o destapando tus ojos al sol. Querer,  a viva voz o en el secreto, porque nadie puede ponerte un freno.      

Encrucijada

Cuando uno mira la transparencia y no observa la realidad delante de sus ojos, la ceguera se convierte en recurrente y el alma se acelera desesperadamente. Se hace habitué la estupidez, pero de una u otra forma tu corazón perpetuará su estilo onírico, ¡porque estoy en una encrucijada! Sentir u olvidar, ¿cual calvario desear?

"Decias que no era verdad, que escuchando no se puede soñar, pero..."

Se sueña y se tiembla, esperás todo el día y desesperás por momentos, se retrotraen los segundos de quietud y espera a oníricas sensaciones, lo dormido despierta y se acelera, y crecen las legumbres en momentos intensos, y florecen las espinas que pinchan el alma en su desaforada ilusión, en la severidad de sus palabras y en la inquietud de su problema. Imaginar no es para gente insensible, tampoco lo es arremeter con la mirada a ese horizonte que se pretende alcanzar. Pero sí, escuchando se puede soñar, y comprender, y asimilar, y acelerar la pubertad de los suspiros.

Te hubiera amado hasta el fin del mundo

 Yo te hubiera amado hasta el fin del mundo, (¿o es que ya el mundo terminó?), pero el mundo es un espacio inhóspito. Las especies pueden mutar, y los microorganismos la ilusión amedrentar. Yo te hubiera amado hasta que el mundo se reiniciara, o hasta que simplemente edificara su backup, pero su indiferencia a las almas lo puede hacer arrollar, y no todas las almas serán tan fuertes como para sus sentimientos reconsiderar. Hay una reinserción de emociones y cuerpos, los espacios titubean, la sangre regresa a los sentimientos, pero no todos podemos estar tan atentos. ¿Cómo superar el déficit de atención cuando ahora todo es revolución? Yo te hubiera amado hasta el fin del mundo, pero, ¿quién sabe hasta cuánto dura esta situación? Las pandemias te atraviesan, los olvidos se enderezan, y yo sólo sigo el sonido de estos golpecitos de mi corazón.

El otoño

  El otoño es agreste, a veces, pero otras te convida su ingrediente natural.   Ese aroma que sale de su boca, esa rugosidad que sale de sus hojas, el otoño es una colmena no extinta que vuelve su miel una y otra vez a trabajar.   Sus fríos quieren ofrecerte alguna extraña sensación, pero radica en la espera y el disfrute su tensión.   El otoño puede evaporarte, pero especialmente te agita, porque el corazón no es un órgano convincente, simplemente te aisla.   Es esa inconstante pero fiel artimaña de su alma la que te atrapa, y te condena, hasta te atormenta, refugiados en la neblina, sus latidos te esperan.   Lo olvidado cobra vida en el silencio, la ilusión quiebra tu voluntad en un vidrio empañado.   El otoño no es una estación quística, se queda para siempre en lo que nunca ha dejado de ser.  

La palabra, el pasado y la espera

 Cuando vas escribiendo y enviando, ¿no hay arrepentimiento? ¿Qué tan poderosas pueden ser las palabras para extasiar o destrozar? A veces hay inutilidad en el trazo, ¡y duele! A veces también hay un vendaval en la metáfora, ¡y te hace vibrar! Recordar cosas que pasaron, ¿habla de tu tenue presente o de tu incierto futuro? Hay oligarquía en la palabra, todo lo acapara y todo lo ignora. Pero la palabra viene de la fundición al calor de los sentimientos, que no saben cómo manifestarse en el abrazo, o cómo retenerse para no pasar vergüenza. Sí, hay personas que el pudor les pasa por debajo de las venas, pero hay otras que viven con la sangre contenida, esperando el momento exacto para salir y vivir. Igual siempre pensé que era algo mejor lo que había esperado, y leído, y que nunca ha llegado a ser. Porque la palabra también es engañosa cuando no es dicha con el segundero que agita el corazón. No es la muerte la muerte misma, es el silencio lo que te lleva al cementerio. La peste de la...

Quizás no pase nada

 ¿Escribir cosas bellas? Últimamente ni en vacaciones ni con la naturaleza al lado. No sé si es paz, desidia o desamor. O si es la juventud que lentamente pierde poder en mi morada.  La invención me reta. No es pulcritud, pero quizás he perdido la noción de lo que es el destino. ¿O es que no existe el destino? Ponerle chapas a mis sueños para que no los moje el agua de la lluvia parece haberlos desvanecido. ¿Existen las cosas bellas? Quisiera creer que sí, pero hoy mi fortaleza casi se desmaya, y no escucho a los pájaros desde que se marchó la primavera. Sólo queda esperar a que algo pase, y quizás nada vuelva a pasar.