Noche bebida

Esta noche sabe a bebida, aunque aún no lo ha sido, ni lo será hasta que la bebamos, inclinada en nuestros cuerpos y fortalecida en nuestros labios.

Y se sientan en tus ojos una a una las estrellas, descansando del letargo en que las tenías subsumidas, por tanto tiempo de no haberlas mirado.

Me apagó la alucinación y me encendió tu corazón, expuesto al mío en un latido. Agonizantes e inconscientes, ambos se elevan contando secretos y acariciando sus venas, como quien tiende redes para fundirse y alejar las penas.

Y la noche fue bebida, desahuciada por la intensidad de nuestro legado, que acaba por pisotear el silencio y desnudar las ganas de un pecado.

Envuelto en la calidez de tus brazos, mi sueño va agonizando, como la paciencia del vino, y la respiración se va acelerando.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Las cosas pasan por algo"

"No puedo descifrar el código que guarda mi corazón"

Te hubiera amado hasta el fin del mundo