Conversación
-No podría amarte más, es imposible
-Yo podría amar un poco más tus piernas, el olor de tu circulación sanguínea, la solución de tu saliva.
-Quizás yo ose amar algo más de lo que amo tu mirada
-Y yo las bifurcaciones de tus labios, que llevan a los míos por sus lanchas a motor en los lagos aledaños.
-Y yo tendría que amar algo más allá que la suave piel que te posee, tentadora, hirviente.
-Entonces a mi se me ocurriría amar tus párpados cerrados, porque me permitirían ser un poco más libre de tu encanto.
-Y a mí me gustaría amar menos tus pensamientos, pero son tan abstractos que hasta en las horas en que están vacíos me gusta tenerlos como esclavos.
-A ver, si me pongo a pensar, no encuentro el sentido de no vivir un minuto sin el baile de tus manos.
-¿En tu cuerpo?
-Sí, en mi cuerpo, doblegándome con éxtasis el poco espacio de libertad que tengo.
-Yo quiero entretenerme en la comodidad de tu pecho, ascender como si me envolviera el techo.
-Y yo no puedo amar más tu espalda, que me sostiene como si nuestros movimientos se empantanaran.
-¿Y si toco tu mano?
-No se puede tocar lo que no está próximo, huele a óxido, la distancia se transfigura en lágrimas secas y almendras viejas.
-Pero yo quiero...
-No todo es posible cuando es querible...
-¿Aunque te atraviese el alma un dolor terrible?
-No, casi siempre te tenés que conformar con lo que hay. Lo que no se percibe como verdadero no sirve...
-¿Ni aunque lo desees con una convicción sostenible?
-No, el amor es de a dos, entendelo, por favor.
14 de octubre de 2017
-Yo podría amar un poco más tus piernas, el olor de tu circulación sanguínea, la solución de tu saliva.
-Quizás yo ose amar algo más de lo que amo tu mirada
-Y yo las bifurcaciones de tus labios, que llevan a los míos por sus lanchas a motor en los lagos aledaños.
-Y yo tendría que amar algo más allá que la suave piel que te posee, tentadora, hirviente.
-Entonces a mi se me ocurriría amar tus párpados cerrados, porque me permitirían ser un poco más libre de tu encanto.
-Y a mí me gustaría amar menos tus pensamientos, pero son tan abstractos que hasta en las horas en que están vacíos me gusta tenerlos como esclavos.
-A ver, si me pongo a pensar, no encuentro el sentido de no vivir un minuto sin el baile de tus manos.
-¿En tu cuerpo?
-Sí, en mi cuerpo, doblegándome con éxtasis el poco espacio de libertad que tengo.
-Yo quiero entretenerme en la comodidad de tu pecho, ascender como si me envolviera el techo.
-Y yo no puedo amar más tu espalda, que me sostiene como si nuestros movimientos se empantanaran.
-¿Y si toco tu mano?
-No se puede tocar lo que no está próximo, huele a óxido, la distancia se transfigura en lágrimas secas y almendras viejas.
-Pero yo quiero...
-No todo es posible cuando es querible...
-¿Aunque te atraviese el alma un dolor terrible?
-No, casi siempre te tenés que conformar con lo que hay. Lo que no se percibe como verdadero no sirve...
-¿Ni aunque lo desees con una convicción sostenible?
-No, el amor es de a dos, entendelo, por favor.
14 de octubre de 2017
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