Aunque no me importe nada
Ojalá terminara, te juro que a veces quisiera no escribir nada, pero me confundo de camino y siempre tomo el que da una y otra vez la vuelta manzana. Imagino miles formas de tocarte, pero hay una, sólo una, la única, la que levanta la fiebre sobre la piel e invierte el mecanismo de seguridad para que quieras tener más sed. Otro modo, no hay. Si te mirara, perdería la fragilidad, todo es al revés, todo lo que en alguna ocasión ves y te altera, en otra te desespera. En la noche se ve una ruta calibrada, los pozos apenas te despistan en la redada, hasta lo más profundo siento que estoy enamorada, y no sé si decir "pero", no tengo ganas, y sin embargo aparece la palabra. Mejor la dejo encadenada, que no salga. Las estrellas sobre el campo se asemejan a la luz de tus ojos negros, refrescándose en el llano, y esa profundidad que los representa me inspiran para no seguir dando en vano la vuelta , porque aunque duela nada es en vano, si el aprendizaje me intercepta en el camino, ...