El problema de la esperanza.
Todos los seres distintos a mí
son mi complemento.
Pero veo tanto fastidio a mi alrededor,
tanta desinteligencia,
que si fuera rodando en una nave hacia otro mundo
no extrañaría tu presencia.
Creo yo.
Cómo podría saberlo.
Ni más ni menos.
Sólo hemos nacido en otro tiempo.
Los azares nos han cruzado muy lejos.
Todo lo mío es a base de intentos.
Cómo si no tuviera más que hacer
que pedirle favores al viento.
La esencia de un alma
no cualquiera la puede saborear.
Quizás cualquiera
puede saborear un cuerpo.
Pero la profundidad es tan distinta
que sólo a veces se alcanza de verdad.
Es una gota en el manantial.
Vaya a saber quién la puede encontrar,
para así la esperanza
poder prolongar
sin claudicar.
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