Me quedo en esta situación
Quién lo creería, acariciando mi pelo. Las caricias son filamentos del corazón, atento al ritmo, insistente con el mimo, transeúnte en el pedregullo, que aunque quiera detenerlo no lo impacta, lo desafía, lo encauza: para él lo difícil es una trampa que le encanta.
¡ Cuán satisfactoria es la victoria cuando cuesta! La facilidad de los débiles no tiene límites. Que amarte sea difícil me compromete, ¡me apetece!
Quién pensaría tan en este momento, una burla, una intriga, un diluvio. Voy y no voy a verte, me entrego a tu aliento, me pertenece, ¡ y en la cobija de tus brazos quiero mecerme!
Atónita de tanta distracción, cansada de semejante predilección, asediada por tu intromisión, alocada dentro de esta sensación, ¡si!, ¡me quedo en esta situación!
¡ Cuán satisfactoria es la victoria cuando cuesta! La facilidad de los débiles no tiene límites. Que amarte sea difícil me compromete, ¡me apetece!
Quién pensaría tan en este momento, una burla, una intriga, un diluvio. Voy y no voy a verte, me entrego a tu aliento, me pertenece, ¡ y en la cobija de tus brazos quiero mecerme!
Atónita de tanta distracción, cansada de semejante predilección, asediada por tu intromisión, alocada dentro de esta sensación, ¡si!, ¡me quedo en esta situación!
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