Felicidad
Viste que la felicidad
no es ancha, ni larga,
es escueta, pero bella.
Vestida de ilusiones
y rodeada de caramelos,
puede definir tu historia
en una ilusión
o en una realidad,
pero te salpica el corazón
y te arrastra la mirada
para dejarla perpleja.
Donde quiera que vayas
sentirás su esencia
rodeándote,
abrigándote,
especiando tu boca,
arrasando tu pecho.
Viste que la felicidad
no dura
ni siembra una semilla,
de ella no nace un árbol
ni te aferra,
pero te impacta,
te carcome,
y en un segundo te miente
dulcemente,
te convence,
te hace ver lo posible,
te desviste,
y la desnudez te tienta,
te maltrata la sangre,
te la imprime en el tiempo.
Viste que la felicidad
en nada tiene que ver
con tu vida cotidiana,
es tan secreta como breve,
nadie la conoce
demasiado
como para maniatarla,
como para perpetrarla,
pero te deja una llaga,
te asienta la necesidad,
te arrebata el suelo,
te roba la estabilidad,
es como un trueno,
te estremece,
te entretiene,
y luego se va
para dejarte el recuerdo.
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