Blah blah
Hoy es 31. ¿No empezaste a pensar cosas así? Unos vienen y otros van. La mayoría pretende hacer lo que quiere hacer y no pensar en otros. Algunos quedan aún que te invitan y se serenan con tu presencia. Pero son los pocos. Ya no se encienden las miradas cuando te ven. Ya no te reciben con un mate. ¿Será que el cansancio de no ser recibido ha tomado forma? Ya los tiempos han cambiado. Eso te lo digo ahora, y mañana se habrá consumado. Quizás esté en una cama pensando, mientras otros salen. Pero es que cada uno vive sus propias realidades, y las proyecciones que hacés no son ciertas, cada quien finalmente hace lo que quiere o lo que puede. ¿Se podrá más de lo que se intenta? ¿Habrá algo más que aún no ves? ¿Será porque han cambiado las velocidades del tiempo? La rueda gira más rápido y el cerebro te increpa. Las venas se contraen y quedan al descubierto. Pero yo te sigo amando. Qué cosa. ¿Y sabés qué? Si afino la puntería me enamoraré de otra. ¿Alguna vez lo dejaré de hacer? A veces escucho a los grillos y me acuerdo. Los veranos en 9 de Julio, cuando todo era fiesta desde la perspectiva infantil. No te sacabas selfies ni tampoco mirabas el aparatito sobre la mesa. Pero tampoco tenías para escribir. Ahora siento la humedad del 100% y me acuerdo. El aire se siente pero no alcanza con eso. El sol te tapa el entendimiento. El calor te arruga los cimientos. Todo parece cambiado, más de lo previsto. Fue cambiando hace un tiempo. Ni los ogros existían. Y si te pica el cuerpo es por el agua contaminada, no por los mosquitos. Puro blah blah, y mañana me tengo que despertar, otra vez, levantar.
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