Escucharte decir algo es una mínima posibilidad, siempre. A veces preferiría estar en Marte, porque tendría la ilusión que allí no hay auriculares. Respirar entre las rocas sería imposible, beber agua sería imposible, pensar en vos sería posible, pero no conectarme, no conectarme sería como tener el sueño de no amarte. Evadir es más fácil, no es cobardía, es sólo una posibilidad más de empezar a vivir, por fin, alguna vez sin pensar en tu esencia. Si fuera sólo tu pelo, o algún rincón de tu cuerpo sería todo más fácil, pero es tu voz, tus órganos vitales y hasta tu silencio. Verte expresar algo, poner tu mano sobre el viento, erigir tus piernas sobre mi invierno es olfatear una mínima posibilidad que no pretendo, no deseo, no agradezco. Si pudiera mudarme de acá y no sentirte de nuevo, haría el intento. Te juro que haría el intento.