La tontería
La tontería pasa, me chista, y mis oídos se sacrifican, en pos del bien, porque hay que ser buena chica, monja en las ilusiones y robot en las desilusiones, puede que hasta no exista todo este arsenal de pavadas, ¿serás vos o será la ilusión estúpida? Tontos los hábitos que cubren la siesta de las estrellas, tonto el féretro que me espera, tontas las palabras, que de tan bellas dudan si transportar o no sus placeres en una piedra, nadie se mofaría de ese candelabro que les prende fuego a las letras en una fiesta. La tontería insiste en venir a la reunión, cegando las necesidades de mi incitación. Si tomo un vaso de agua con tu mirada habré perdido la oportunidad de dejarla relajada en una redada, tendré que atacar la barrera que se incrusta en tu horizonte y que frena tu actitud desprejuiciada. La tontería se encoje de hombros, total su estupidez es tan clara como la condesa blanca, no se hace cargo de las horas insoportables ni de las pérdidas de tiempo fatales. Pienso en vos, qué...