Si no he de encontrar tu olor...
No encontré tu olor por ningún lado, ni en los viejos espacios, ni en los nuevos, ¿será que aún me falta aproximarme un poco más a lo que no me he atrevido? Sí, recorrí los lugares, escuché tu voz, y descubrí mi corazón para sacarlo de su viaje imaginario, vi tu presencia alguna vez gozando del privilegio de no amarme, pero no encontré tu olor por ningún lado, y no sé si resignarme a que el tren ya ha pasado. Te odio con todas mis almas, algunas están más inspiradas y otras más desilusionadas. El sentimiento se eleva de tal manera que me duele el cuerpo cada vez que lo siento. El odio es tan, pero tan, fuerte, que inicia un viaje ancestral hasta la muerte. Dicen que no hay que sentir esas cosas, pero es que no encuentro tu olor entre las rosas, y me tengo que contener con sólo mirarte tirada desde la alfombra. Es imposible olvidar lo que te pasa muy dentro cuando tenés libertad, y no sabés cómo socorrer a la ira cuando no puede negar su necesidad ...