Miedos
Tengo miedo de no poder dejar de querer mirarte como mi mejor pasatiempo durante mi excursión por el arte. Tengo miedo de no poder dejar de querer amarte ni de querer dejar de tocar esa piel que me despierta el hambre. Atribuir mi falta de acción a no sentir tus besos en toda ocasión. Echarle la culpa de esta pereza a tu belleza que cuando más se acerca más me interesa. Porque vos sabés que es fácil luchar cuando se tiene una sonrisa como ésa, pero todo es más difícil cuando hay que buscar por dentro lo que vale la pena. No quiero comprometerme a sentir distante el aire de la tarde ya que de pronto el augurio eligió ponerte delante. Hay otras necesidades, más humanas, más urgentes, pero sólo quiero a vos necesitarte como casi siempre, como ahora, aunque estés distante. La necesidad aviva la vida, le hincha y le descubre su secreción interna, hace un globo con su cadera y le ayuda a encontrar su meta perdida. Respirar, expirar, desestimar y suspirar. Tres i...