"Lija y terciopelo"
Hace un ratito nomás, me puse a recordar "entre lija y terciopelo". Allá por 1993 me propuse pedirle un autógrafo a "Pato", en el día de mi cumple. Y lo conseguí, después de una mañana tenística y de horas de espera para concretar mi entrada a un sitio frío y hacinado, pero lleno de calor humano y energía. Gracias a ese momento, recuerdo el único instante en que estuve cara a cara con un "famoso" artista. Gracias a Patricia, ese día cumplí con una ilusión. Y gracias a ella también, un día posterior asistí a mi primer recital. Hoy, viéndola en tele presentar su nuevo disco (que según escucho tiene el sentimiento extendido en cada tema), me pregunto qué ocurre con el tiempo, ¿es una caja abandonada o es bien un espíritu que con el tiempo fortalece sus ansias?. Me inclino más por esta última aseveración, porque grité, cante, me emocioné y disfruté como hace mucho no hacía de un miniconcierto en vivo. después de tantos "bailandos", "cantandos...