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Mostrando entradas de septiembre, 2008

Un tenor después de la cena...

Si lo hay, lo haré. Dejaré un jazmín en la punta de la lluvia, su olor descompensará las penas, y los brazos abiertos cerrarán las heridas. Te abrazaré entre las esponjas y los cactus, los olfatos eternos de los perfumes encantados pasarán los límites, y los espejos migratorios nos mirarán aspirar el nuevo mundo. La locura es un arte que no necesita de tragos ni hierbas, el tacto nos seduce, la rama se sacude, y me besás cuando los dormidos pájaros revelan sus viajes. Es lindo bailar en la noche, la hamaca hace danzar nuestros cuerpos envueltos, la caricia fermenta el beso y los labios se unen a la carrera de las luces despiertas. Caen las gotas, pero el cielo ríe y se anima a imitar nuestra desnudez, pasan las nubes y la vejez se hace joven, pasan los leones y las hormigas se tientan. Hay optimismo al llegar, te besaré después de que el humo se espante y los grillos descansen.

Miembros de la tarde...

La terraza está despierta, hay una calma revuelta e inquieta saturando los granos del viento...Muchos son los pasos extraños, y los raros que se avecinan. No los conozco pero el hedor es contínuo. La entrevista es mirar al otro y refrescarle su caos. La pregunta es poner con la espada una barrera. He aprendido tanto en estos días que entiendo por qué vale la pena trascender entre gentes y hecatombes pueblerinas. Miro a través de la ventana de la radio, la bruma de la insípida llegada de la primavera nos acompaña. Tenemos el poder y la mano se encamina, tenemos la palabra y los labios nos dominan. Pero esta noche escupió la pereza de los flogs y de los blogs en estos campos de uranio. me atreví a mirar y reí, me cubro la cara y me vuelvo a asomar. Al lado te conservo, siento tu calma en estos puertos anclados en la siesta del langostino, me nutro de las rimas de tus letras y tus marcas me comprimen. Caminando entre las sábanas está tu aliento, la muda inconciencia y las manos luchan con