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Mostrando entradas de noviembre, 2007

Nada...

Subyace el nadismo absoluto, corre por la eclosión nocturna, la lengua del olvido siente el sabor de lo que fue y es amargo...pero urge la lentitud de una estrella enquistada en mi pupila. Una nueva mirada que no sirve para nada porque escribo y vuelvo a reescribir derrumbando escritos solubles...No es este el momento en que el diccionario me dice una definición, porque definir al tiempo es caer en el minuto y sacarse la venda de los ojos...No importa la cartografía, menos las notas que ponen números y descripciones a los discursos propios en voces ajenas, el número de una nota no me define si decido no compartir, ni comunicar lo aprehendido. Echo al rostro de la inmediatez todos los resúmenes y escritos que he realizado para la lección, de nada me sirven cuando ya no quiero decir ni pronunciar lo impronunciable, de nada me sirve la rabia, que se ríe de mi,,,no confabula ideas con mis discretos principios que me dicen que estudie: ¡para qué!, la grandeza se mueve en las manos del parla

Cercanía...

Se erigen los roces, se relamen entre el néctar y las miradas atentas. Los ojos no dejan de observar lo que de la fusión surge. No es un objeto ni un concepto, no es un beso ni una lengua moldeable, es el perfume visual que nos atrapa en un abrazo. Te aferro, me aferro al rato y al espacio. El tiempo se marcha, pero el reloj pasa a pertenercer a los artefactos de la basura. Tus labios esperan, los mios desesperan. Huye la risa y cae una lágrima de emoción, porque los roces nos sacuden el alma, nos erizan los dedos, que caminantes de los espacios llegan finalmente al túnel de tu boca… (Sólo una pequeña fracción de lo que hoy he escrito)

¿Dónde está el deseo?

No hacer nada, ¿es realmente no hacer? Hay una confusión conjunta, una multiplicidad de prejuicios que circundan y que reniegan de ser superados. Se nos pregunta por el hacer frente a una computadora, por el leer un libro material o refregarnos los ojos frente a un libro virtual. Se nos prejuzga por trasladar letra por letra desde el teclado, o dibujar entre cursivas porciones de frases en papeles o fusionar nuestro entendimiento con la "tecnología" del copy-paste. No se, en este momento me atengo al prejuicio del que soy destinataria y prefiero trasladar desde mi mente unas cuantas frases que emulan los momentos vividos en el resplandor de un Notepad, y de allí copiarlo a este blog de sucesivas anécdotas. Ahora es lunes, pero ayer fue domingo y el momento exacto de la escucha de prejuicios fue un sábado. El ocaso erige sus palabras, la legión del pasado pretende comprender a los pequeños centinelas del hoy y sus perpetuas "pérdidas de tiempo" frente al aparato todo