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Mostrando entradas de agosto, 2007

Palabras de un crítico

Decía Octavio Paz: “Del lado de la política, la poesía se empobrece, le falta crítica...”. La crítica es el instrumento en estado puro de la libertad. Es el alma, el relincho de energía, el ojo que desata la visión enfática. ¿Cómo acertar en el decir si no se critica, si no se confronta, si no se dialoga, si no se busca debajo de la tierra lo que es tapado con discursos hegemónicos? Me dura el efecto del elixir. Participo a diario de la enigmática noticia del no saber, del no entender, pero peleo dentro de los nidos de avispas, me traigo a la palabra el quiebre de relaciones con la monotonía. Decia Octavio Paz: “lo importante es la poesía moral y la visión del mundo”. Me pregunto, entre tantos desatinadores de la moral, ¿cómo entenderla como moral si aun no sabemos qué es moral?. ¿Moral en sentido estricto o moral siguiendo lo que uno es, con coherencia y estructura de ser y pensamiento? Rasguño un poco el polvo que tapa la descripción, y me hago cargo de que a mi entender moral en poe

"...I don't know why but I know we're free, free to fly"

¿Me desprendo de lo irreal o me enfrento más a ello? El fuego constante de la tecnología y el vicio de la tecla, ¿ me acercan a la calcinación de la cercanía con los seres? ¿Es un pecado molestarse con la anarquía del sentido y al mismo tiempo abrazarse a las musicas del progreso? Si, se que me enfrento, me confronto, me ofusco, me entrego a la guerra entre la dulzura del libro y la fascinación por el escenario de la imagen tecnológica y desquiciadamente comunicacional. Es como hacerle acupuntura al futuro, plantearle una incógnita, morderle el léxico a las tentativas por idear nuevos diálogos. ¿O es que acaso no los estoy creando al plantearme la angustia del no entender, del no ser capaz de tantear el terreno en esta confusión de ideas? Me limito a votar por un descanso diario entre poemas, entre prosas filosóficas y entre delirios incapaces de entender, pero juego a la memoria virtual con los paneles de artistas y charlatanes que veo remontar vuelo en los programas de TV. Aun me que
Las antenas del progreso son sudorosas circunstancias. Me veo envuelta en el caos. Otra vez doy vueltas pensando en el plagio, charlando de esta temática me pregunto una y otra vez, ¿está bien crear este blog, que sólo intenta marcar los pasos que mi corazón va amontonando en el tiempo?

Paseante...

Aun siento el polvo desparramado, la piel se hace rugosa y huele a tiempo... Hoy el viento despertó egocéntrico. Pero hay réplicas, la gente que se muda de cuadra en cuadra camina vigorizando sus ánimos de escabullirse de sus afanes inhumanos. La letra de la tierra se unta en la sequedad de los labios, áspera pero pegajosamente derrumba el deleite por la serena temperatura de este mediodía. Caminando, el horizonte se hace papel y humo. La basura andante me recuerda a dónde va el recuerdo. Los cabellos reflejan el aura del egocentrismo descripto. Este dilema se asemeja a los días en que escribía los lamentos y las gracias de Trelew, allá por los años 96, circunstancias que luego me fueron hurtadas por los amantes que no saben idear ni expresar la realidad (me pregunto si es que no pueden o es que la flojera los conmueve). Aquellas doncellas de la tierra, emulaban a Martínez Estrada, el escritor paseante de Buenos Aires, que haciendo uso de sus sentidos describía las glorias y desgracias

Dimensiones de la palabra...

Momentos atrás pensaba en las dimensiones que debe tener cierto escrito, novela, poema, elíxir de palabras, o que se yo que compendio de letra, hora y comportamiento para ser llamado relato. Asistí a la charla que realizó el escritor Tomas Eloy Martinez en Trelew, pero nada queda en mi claro en lo referente a qué es un poeta, qué es un escritor, qué es un soñador, qué individuo un periodista, o qué ser un novelista. Tengo frío ante la pregunta, los dientes machacan sus dudas, hay efervescencia en el dato que he recogido de tanta palabra suelta. Porque las casillas me tiñen de dudas, el encasillamiento temporal aun más de dolor. Entonces, meditaba acerca de mi, de mi ser que naufraga entre eclipses de países y circunstancias, me cuestionaba sobre mi capacidad profesional de "comunicadora social", que no sabe obsequiar a la multitud un tramo de realidad, esa realidad pintada y consternada por ideologías que se mudan de tiempo en tiempo a otras ideologías, y que trasladan su eme

Sin título

El amor, seda viscosa que se pega al alma y la aprieta contra el pecho. Amor, ojo en la tormenta que ve tendenciosamente la mirada encadenada.... Es el elixir del tiempo, derrumbando un muro del pasado y construyendo a chorros un bosque de nuevas preguntas. Casi objeto del silencio, casi llama de un tormento que deja de sufrir.... Hay un paso entre el milenario túnel de lo que fue y de lo que es. Hay una lágrima dulce por la mejilla acalorada. Corre el polvo del deseo por la llaga abierta y solitaria, que poco a poco va cerrando sus conductos y se sana... El amor, sudoración inquieta al romperse las cadenas. Necedad del aire insulso que pretende ser viento agitando las hojas en este invierno. Amor, ¿acaso eres mi sombra? Los diferentes niveles del tiempo me han legado tus pasos y hoy me haces compañía.

Sólo un momento...

Pero sólo son momentos, de desgracia o de dicha. El decir tiene elementos secretos e ilusiones que tiemblan. Un sueño que fecunda y se une al delirio, un delirio que fue mirarte en un momento, en que luego te desposeiste de lo que eras y volviste a ser el siendo... El decir tiene palabras acurrucadas que con el frío se deslizan. Una palabra es engendro de un toque mínimo, es ocaso de un abrazo de despedida.. Pero son sólo momentos, porque el momento juega a conquistar el siempre, pero el siempre se lleva el trofeo en la ruta a lo eterno, y el momento gana la partida hacia el recuerdo. Hay un cofre en estas manos que quieren dar y tocar el aire cuando pisa tus adentros. Pero, sólo es pero. Pero, sólo es un momento, un momento hace días que besa al quizás y a la hecatombe de un silencio. Sólo fue un momento, pero un momento que se lleva el segundo premio hacia tu mirada en el recuerdo.

Pensar

Soy un ser pensante, el extremo del eje central de mi organismo pensante. Pensar es vivir en conflicto con el preguntando de los fines y las palabras. Las palabras se amotinan en mi vientre para succionar la pregunta, porque esta clase de filosofía tiembla en el escándalo de lo quieto y desamparado. Las estrellas arrugan el tiempo, lo hacen innato de mi presente, que se cuestiona y piensa el futuro como sangre de mi pasado. Pero la noche tiene espinas, Trelew y la gente te las clava en la llaga que aun no estaba envenenada. Y como moción para el sufragio, la emoción se hace a un lado y ya no llora, no late ni respira la queja de la lluvia. La emoción no titila, objeta a la vejez que va caminando, aquella dama de blanco que pasa por el costado y le da unas palmadas a mi alma, aquella vieja soledad. Pero, ¿qué es soledad? Escuchando de Miguel a Ciorán podría decir que es una o ninguna, y si escuchamos a Aristóteles diríamos que su esencia es estar solo. Pero estar solo puede ser estar ac